El máximo representante de la Iglesia Católica en Australia, el arzobispo de Sidney, George Pell, pidió disculpas a las víctimas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes y profesores cristianos.
"Mi corazón y el corazón de todos los creyentes y de todas las personas está con todos los que no pueden hallar la paz en estos momentos, especialmente con aquellos que han sido agredidos por nuestros compañeros cristianos, funcionarios cristianos, sacerdotes, religiosos y maestros", dijo Pell en un mensaje a la comunidad.
"Me siento profundamente dolido por estos hechos", afirmó el prelado, que dijo sentirse conmocionado y avergonzado por estos abusos, que -señaló- van contra las enseñanzas de Jesús.
Pell instó a los cristianos a cobijarse en la fe en Dios para afrontar estos desastres.
En noviembre el Gobierno australiano anunció la creación de una comisión para investigar los abusos sexuales a menores cometidos por miembros de organizaciones religiosas, sociales o de instituciones estatales.
Esta iniciativa fue anunciada después de que la Policía del estado de Nueva Gales del Sur acusara a la Iglesia católica de encubrir casos de pederastia, aparentemente para obstaculizar la investigación y con el fin de ocultar evidencias que permitan emprender procesos judiciales.
Por su lado, el arzobispo de la Iglesia Anglicana de Sidney, Peter Jensen, recordó en su mensaje navideño la importancia de la reconciliación con los indígenas australianos.