El papa Benedicto XVI instó este sábado a los políticos de centro y de la democracia cristiana del mundo a que defiendan el respeto a la vida, frente a prácticas como el aborto o la eutanasia, y protejan el matrimonio heterosexual, como fundamento de la familia.
El pontífice recibió este sábado en audiencia en el palacio apostólico de Castel Gandolfo, al sur de Roma y en el que ha pasado el verano, a una representación de los participantes del congreso de la Internacional Demócrata de Centro-Internacional Demócrata Cristiana (IDC) celebrado este viernes en la capital italiana.
En el encuentro con los representantes de la IDC, asociación de partidos de la que es vicepresidente el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, Benedicto XVI pidió también a los políticos que actúen con "espíritu profético" en la crisis económica y no se limiten a responder a las urgencias de la "lógica de mercado".
"El respeto de la vida en todas sus fases, desde la concepción hasta su éxito natural -con el consiguiente rechazo del aborto voluntario, de la eutanasia y de toda práctica de eugenesia- es un compromiso que se entrelaza, de hecho, con el del respeto al matrimonio, como unión indisoluble entre un hombre y una mujer como fundamento de la comunidad de vida familiar", dijo el papa.
"Un auténtico progreso de la sociedad humana no podrá, por tanto, prescindir de políticas de defensa y promoción del matrimonio y de la comunidad que de él deriva, políticas que corresponden adoptar no solo a los Estados, sino a la misma Comunidad Internacional, para invertir la tendencia de un creciente aislamiento del individuo, fuente de sufrimiento", agregó.
Benedicto XVI aseguró que "desafortunadamente son muchas y ruidosas las ofertas de respuestas apresuradas, superficiales y de corto alcance a las necesidades más fundamentales y profundas de las personas" que ahora se registran en el ámbito de la defensa del respeto a la vida y el matrimonio entre el hombre y la mujer.