En Una Nueva Mañana, el jesuita comentó el reportaje sobre el fundador de los Legionarios de Cristo.
Asumió que lo "doloroso" del tema llevó en el pasado al Vaticano a frenar la investigación.
El sacerdote jesuita Marcelo Gidi, doctor en Derecho Canónico, asumió que los delitos sexuales contra menores cometidos por el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcel Maciel, dañaron a toda la Iglesia Católica, institución que además -reconoció- en su momento intento frenar la indagación de los abusos.
En conversación con Una Nueva Mañana, Gidi comentó el reportaje del miércoles sobre Maciel que presentó el programa "Informe Especial" (TVN).
"Estamos todos muy dañados y ojalá salgamos todos de la mejor manera posible, dando una testimonio al mundo de que la iglesia también se hace cargo de sus propios errores", resumió.
El jesuita señaló que si bien antes de morir Maciel fue sancionado canónicamente, ahora el "Vaticano lo que está haciendo es ayudar a que la congregación que él fundó tenga una función más transparente".
Gidi contó que si bien el Papa Benedicto XVI fue quien llevó adelante toda la investigación y siempre como cardenal también tuvo una actitud proactiva, "en algún momento hubo un deseo de frenarla, ya que era un tema muy complejo y doloroso".
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| Marcial Maciel (izq.), el fundador de los Legionarios de Cristo. |
Consultado sobre sanciones canónicas para Maciel, si éste estuviera vivo, el sacerdote explicó que "él obtuvo una sanción por los dos delitos que en este caso se comprobaron, como el abuso de menores. Ya fue sancionado con la suspensión del ministerio sacerdotal y la no posibilidad del ejercicio público y alejarse de la orden de Legionarios de Cristo".
"Eso sí, él jamás reconoció ninguna de estas acusaciones, ni la absolución del cómplice de pecados que tiene que ver con el tema sexual en la iglesia. El estaba cometiendo un delito con los menores y los menores un pecado. El estaba cometiendo un delito y un pecado", agregó.
Por ahora, la iglesia sigue investigando la complicidad que los miembros de los Legionarios de Cristo tuvieron en los delitos de Marcial Maciel.
"Ahora la misión del Papa es hacerse cercano a la congregación, pese a que siempre existirá el lastre de que su fundador realizó estos hechos. Quiere purgar a la Iglesia de todos estos delitos", concluyó Gidi.
