Sin importar sexo ni carrera, los estudiantes suben entre uno y dos kilos por año.
Saltarse comidas e ingerir altas cantidades de comida rápida se suman a la disminución de la actividad física.
La comida rápida, un clásico de la vida universitaria.
La vida universitaria cambia negativamente la alimentación de los jóvenes chilenos y con ello, su salud. Esta es la principal conclusión a la que llegó un estudio, aún preliminar, realizado por la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Santo Tomás, de Viña del Mar.
Según adelanta esta mañana La Tercera, los jóvenes, según el estudio, pueden llegar a subir hasta 10 kilos en su etapa universitaria, considerando un alza promedio de uno o dos kilos al año y sin importar ni sexo, ni carrera.
"Durante el primer año llegan muchos alumnos con un estado nutricional normal, pero esa normalidad disminuye al tercer año, donde aumentan los estudiantes con sobrepeso y obesidad", señaló Claudia Encina, directora de la carrera de Nutrición y Dietética de la UST en Viña.
El promedio del estudio señalaba que los estudiantes ingresaban con 64 kilos a su vida universitaria, peso que al tercer año llegaba a los 67,8. Así también, el índice de masa corporal (IMC) normal, baja en ese mismo período, de 69 a 58 por ciento.
Saltarse comidas
Según otro estudio, que recogió patrones de alimentación, actividad física y antecedentes de patologías de 6823 jóvenes, de 54 universidades y CFTs demostró que menos de la mitad de los estudiantes toma desayuno diario, cerca de un tercio no almuerza a diario y menos de un 20 por ciento, cena.
"Los universitarios tienen poco tiempo para comer y poco dinero para hacerlo (...) prefieren la comida al paso, completos, empanadas, pizzas, algo que puedan comer en el camino", explicó al matutino, la nutricionista de la Clínica Alemana, Rinat Ratner, quien participó hace dos años del citado estudio.
"A esa edad se come mal, pero además hay también menos tiempo para la actividad física, porque se privilegian los estudios. Es la escuación perfecta: más calorías y menos ejercicios", complementó el nutriólogo de la Clínica Alemana, Rodrigo Alonso.
