"Tenemos tres muy buenas vacunas aprobadas en Chile", subrayó la doctora María Elena Santolaya, quien ha liderado los ensayos clínicos en nuestro país de la fórmula desarrollada por Oxford-AstraZeneca, cuyo uso de emergencia fue autorizado este miércoles por el Instituto de Salud Pública.
En conversación con Lo Que Queda del Día, la académica de la Facultad de Medicina de al Universidad de Chile explicó cómo funciona este dispositivo, a diferencia de la de Pfizer-BioNTech, que utiliza un ARN Mensajero, y la de Sinovac, que se sirve del propio virus inactivado.
"La vacuna de Oxford-AstraZeneca usa una proteína del virus, la proteína 'S' o Spike, que monta una muy buena respuesta de anticuerpos; y esta proteína, como no puede estar sola, va montada en un adenovirus como vector, un transportador", expuso.
Este dispositivo requiere de una cadena de frío de entre 2 y 8 grados, lo que supone -puntualizó- una "ventaja comparativa" respecto a la de Pfizer, que por su tecnología necesita mantenerse a alrededor de 70 grados bajo cero.
Aclaró, en tanto, que el esquema de vacunación con dos dosis, que es el que se ha adoptado en Chile, ayuda a "montar una respuesta de anticuerpos eficiente para defenderse con más eficacia de las infecciones (Covid-19) por el coronavirus SARS-CoV-2".
"SEGURA PARA MAYORES DE 60 AÑOS"
Detalló que los ensayos clínicos de fase 3 en Chile se han realizado en tres centros de investigación, uno en Quillota y dos en Santiago a cargo de la Universidad de Chile. En todos ellos "logramos enrolar cerca de 2.300 voluntarios en cuatro semanas, y eso es un trabajo titánico".
Resaltó, en ese sentido, que "hubo muchísimo interés de la gente en participar", entre ella muchas personas mayores de 65 y 75 años.
El ISP aprobó el uso de esta vacuna para personas desde los 18 años y sin límite de edad, aunque algunos integrantes del comité de expertos recomendaron hacer un corte en los 55 años.
Santolaya aseguró que también "es segura" para los mayores de 60 años.
El Ministerio de Salud será el encargado de decidir si sigue las sugerencias del comité -como lo hizo en el caso de la aprobación de la fórmula de Sinovac-, o bien, si recoge lo dispuesto por el Instituto.