Las restricciones para la nochebuena y el Año Nuevo que adelantó ayer jueves el Ministerio de Salud ya están siendo cuestionadas por gobiernos locales y la sociedad civil, sobre todo ante la advertencia de un rebrote de coronavirus en la temporada estival.
Cabe recordar que el plan consiste en un toque de queda a partir de las 02:00 horas del 25 de diciembre y el 1 de enero, y que termina a las 05:00 horas en el primer caso, y a las 07:00 horas en el segundo.
También se confirmaron aforos limitados para las fiestas familiares: en el caso de residentes de comunas en transición, podrán juntarse hasta 15 personas, en preparación, hasta 20, y en apertura inicial, hasta 30. Además, habrá un permiso especial para visitar a adultos mayores en cuarentena y transición.
Por eso, el alcalde de La Granja, Felipe Delpin (DC), quien integra la Mesa Social Covid-19, cuestionó que estos anuncios se supieran primero por la prensa: "recién hoy día se nos va a informar del plan de fiestas de fin de año. O sea, se anunció ayer, pero lo vamos a discutir hoy día en la mesa".
"Para mí es un contrasentido, y a pesar de que se le pidió en la reunión del martes pasado que se presentara este plan, no se hizo", enfatizó el jefe comunal, que representa a la Asociación Chilena de Municipalidades (AChM) en la instancia.
"Lo cierto es que hablar de que nos podemos juntar 10, 15, hasta 20 o 30 personas en una casa encuentro que es algo que no tiene sentido y es una irresponsabilidad", aseguró Delpin.
Prohibición de espectáculos
Desde la otra vereda, el mundo del espectáculo también criticó al Ejecutivo porque todos los eventos masivos estarán suspendidos desde las 20:00 horas del 24 a las 05:00 horas del 26 de diciembre, y desde las 20:00 horas del 31 de diciembre a las 07:00 horas del 02 de enero.
"Me sorprende más que el Gobierno no tenga un protocolo para nosotros, como sí lo hizo para los restoranes", comentó el representante de TresELE Producciones Leonel Llanos, planteando que "le ha propuesto a los cines, pero a nosotros no nos propone".
"Por ejemplo, hace dos semanas hicimos una actividad en el Teatro Caupolicán, y nosotros planteamos el 75 por ciento o el 50 por ciento de aforo para que nos dejen trabajar, porque al final somos gente invisibilizada: no tenemos ayuda del Estado, es un trabajo a veces medio informal, que la gente que trabaja en esto lo hace viernes, sábado y domingo y se hace su sueldo", insistió.
También deberá restarse de los festejos de fin de año el grupo Tomo como Rey, cuyo vocalista, Rodrigo Medel, aseguró que el plan del Gobierno "indudablemente es un mazazo para la cultura y el arte en Chile".
"En realidad no tiene mucho sentido la prohibición de espectáculos masivos en relación a todas las otras políticas públicas que han ocurrido durante el tiempo, porque parece irrisorio que se empiece a asustar a la población de que van a haber hasta 9 mil casos diarios durante el verano porque se viene un rebrote, pero por otra parte también se privilegie el emplear el horario de los malls, que no se haga nada por el transporte público", ejemplificó.
En la misma línea, la música bailable para partir del año deberá ser envasada o por streaming, manera en que se presentarán artistas como Américo junto a Luis Lambis. Por su parte, Martín Palacios, miembro de la Sonora Palacios, lamentó quedarse sin shows en vivo.
"Entendemos que es un virus mortal, entendemos que todos nos tenemos que cuidar, pero llega el momento complicado donde empieza a faltar el trabajo, que falta el dinero, las deudas empiezan a llegar fuertemente", relató el artista nacional.
Además, detalló que "nosotros nos hemos encalillado como todo el mundo, se nos vino todo abajo... Y ahora que teníamos la esperanza de que se podía abrir un poquito más, quizá hacer alguna agesta particular -hay mucha gente que quiere tener la Sonora Palacio- ver si hay un aforo de 100 personas al aire libre para haber hecho algo, ahora se viene todo abajo".