La directora general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala, consideró hoy fundamental incrementar la producción de vacunas en los países en desarrollo y apostó por una solución negociada a nivel internacional para garantizar el acceso universal.
Okonjo-Iweala participó en la conferencia sobre el estado de la Unión Europea, organizada por el Instituto Universitario Europeo (EUI), un evento anual que habitualmente se celebra en Florencia, pero que este año ha sido telemático por la pandemia de coronavirus.
En su intervención, la dirigente de la OMC se refirió al debate sobre la exención temporal de las patentes de las vacunas contra el coronavirus para acelerar la producción en todo el mundo y resumió que hay algunos miembros del organismo que apoyan esta propuesta presentada por la India y Sudáfrica, y otros creen que no es un tema crucial.
"Mi trabajo es hacer que los miembros de la OMC trabajen juntos para negociar y encontrar una solución pragmática para garantizar el acceso de países en desarrollo a las vacunas en igualdad de condiciones", dijo, al tiempo que destacó la necesidad de no desincentivar "la investigación y la innovación".
"Necesitamos aumentar la capacidad de producción (porque) el 80 % de la producción de vacunas se concentra en diez países de América del Norte, el sur de Asia y Europa", añadió.
Indicó que "África tiene 1.300 millones de habitantes e importa el 99% de vacunas", y que por eso "hay que hacer algo para incrementar la capacidad de producción".
EL ACCESO DESIGUAL A LAS VACUNAS
Okonjo-Iweala destacó que hay un problema "de acceso desigual a las vacunas, terapias y diagnósticos" y que es fundamental reducir "las restricciones y prohibiciones a la exportación" y resolver el problema de las patentes.
Además, celebró que el Gobierno de Estados Unidos haya anunciado que apoyará la propuesta de suspender temporalmente la propiedad intelectual de las vacunas, porque esto dará "un impulso a las negociaciones".
Finalmente, dijo que el mundo necesita una "reglobalización", una mirada nueva al proceso de globalización, que pase por incluir a los países de África, Asia y América Latina que se puedan estar quedando atrás.
"Tenemos que dar un segundo impulso a la globalización que pase por preocuparse por las desigualdades", concluyó.