Una falla en el sistema inmunitario adaptativo es la causa de que el coronavirus afecte con mayor peligrosidad a los mayores de 60 años, de acuerdo a una serie de investigaciones.
Según publicó El País, datos obtenidos en los brotes iniciales de China e Italia arrojaron que los pacientes entre los 60 y 70 años tienen un 0,4 por ciento de probabilidades de fallecer, cifra que sube a un 1,3 por ciento entre los 70 y 80 años y a un 3,6 por ciento en mayores de 80.
Esta situación se debe a que el sistema inmunitario está diseñado para enfrentar a los virus que nos enferman, también conocidos como patógenos, con la producción de los linfocitos B y linfocitos T.
En caso de una infección, los linfocitos B se multiplican, produciendo anticuerpos que bloquean la capacidad de avance de los patógenos, mientras que los linfocitos T reconocen las células infectadas y las matan.
A medida que envejecemos, el organismo cambia y modifica el equilibrio entre la producción de interferón (proteína antiviral) y de monocitos (células inmunitarias que alertan al sistema inmunitario).
Los monocitos de los adultos mayores producen menos interferón como respuesta a una infección, resultando más difícil matar a las células infectadas y entregar señales a la respuesta inmunitaria.