En medio de la crisis por la pandemia del nuevo coronavirus, conmoción ha generado el gesto del Premio Nacional de Periodismo 2015, Abraham Santibáñez, quien, a través de una potente carta al diario El Mercurio, hizo pública su decisión de "renunciar" a su respirador mecánico en caso de que necesitara este tipo de dispositivos, utilizados en los casos más graves de la enfermedad, "si con ello se puede salvar otra vida".
"En la emergencia sanitaria que estamos viviendo, se sabe que el aumento de contagios generará probablemente una crisis por falta de insumos, en especial de respiradores mecánicos", comienza la misiva de Santibáñez (Santiago, 11 de junio de 1938), un paciente considerado de riesgo por sus 81 años de edad y una diabetes que lo aqueja.
El destacado periodista y profesor universitario, especializado en periodismo interpretativo y de opinión y experto en ética periodística, no ha sido diagnosticado con Covid-19 ni ha sentido sus síntomas.
El autor de "Aylwin" e "Introducción al Periodismo" recuerda que cumplirá 82 años en un par de meses más y reconoce que tiene "ganas de seguir viviendo y compartir todavía un tiempo más con mi familia y, muy especialmente, con mi nieta María Pía, que recién se asoma a la vida".
Sin embargo, comenta que no puede ignorar que "es muy posible que se llegue a un momento en que los médicos deban enfrentar un terrible dilema ético al tener que escoger a qué paciente apoyar con tratamientos intensivos".
"Para ayudar a resolver ese dilema, aunque sea un aporte pequeño, renuncio desde ya a ser conectado a un respirador artificial si con ello se puede salvar otra vida. Ya lo han hecho algunos pacientes e incluso lo han manifestado ciertas personalidades", dice Santibáñez.
El profesional concluye la carta indicando que considera su decisión como "un deber de solidaridad" e invita "a quienes piensen como yo a que se sumen en este esfuerzo".
"HE TENIDO UNA BUENA VIDA"
En entrevista con Televisión Nacional, Abraham Santibáñez enfatizó que no quiere ser visto "como un modelo", pero que "la solidaridad a veces se nos olvida". "Hay gente solidaria, pero también hay excesos y esto es algo que me motiva desde siempre", apuntó el periodista.
"Creo que es lo que en este momento correspondía decir. Es que yo he tenido una muy buena vida. Estoy un poco deteriorado y también tengo diabetes, yo quisiera seguir viviendo mucho tiempo más, pero siento que también llega un momento en que uno ha cumplido ciertas metas", expresó el académico.
"La vida hay que renovarla siempre. Creo que en esta circunstancia, que es tan inédita, hay una gran oportunidad que, sumada al estallido social, podemos pensar en un país mucho mejor, y para ese país vamos a necesitar gente joven", aseguró.
A continuación, la carta que envió Santibáñez al diario El Mercurio y que fue publicada el miércoles 8 de abril: