¿Sirven o no? Estudio científico reveló las diferencias en la eficacia de mascarillas
Hay varias opciones caseras, las que solo recomiendan como último recurso.
Hay varias opciones caseras, las que solo recomiendan como último recurso.
Sabemos que hay distintas versiones sobre el uso de mascarillas por la pandemia del coronavirus. Incluso existen recomendaciones diferentes entre los expertos y autoridades en el tema, lo cierto es que la OMS prefiere que las utilicen quienes están enfermos, los que tengan contacto con contagiados y para el personal de salud.
Todo el mundo piensa que ellos tienen razón sobre este elemento de protección personal y hay varios estudios científicos que están recién despejando dudas sobre este nuevo virus, por lo que muchas de las medidas tomadas para prevenir han sido preliminares.
El virus no se contagia por el aire, es lo que se ha encargado de afirmar la OMS. Eso sí, el riesgo de contagio está en las gotitas que produce una persona infectada cuando tose o estornuda. Es decir, el Covid-19 se transmite si es que no se mantiene la distancia de seguridad recomendada de un metro y medio. Como el virus es pesado, las particulas no se dispersan más lejos y caen antes al suelo, por lo que el riesgo no es el aire, sino el contacto cercano o las manos sin limpiar tras ello.
El problema con las mascarillas ocurre cuando hay escasez para quienes realmente las necesitan, al igual que la opción de algunos de crear alternativas "caseras", que no tienen la misma efectividad.
Un experimento realizado en 2013 por la Universidad de Cambridge reveló cómo funcionan los distintos tipos de cobertores faciales en una pandemia tipo influenza: una mascarilla quirúrgica filtró 96% de la partículas virales en el aire, un paño de cocina bloquéo el 83%, y un camiseta de algodón, el 69%.
Las conclusiones del estudio dan a entender que los materiales más finos no son tan efectivos y que las máscaras no desechables deben ser lavadas después de su uso, por lo que las "caseras" son sólo un último recurso.