Murió la italiana Eluana Englaro, tras 17 años en estado vegetativo
En el Senado se debatía un proyecto de ley para prohibir la suspensión de su nutrición.
En el Senado se debatía un proyecto de ley para prohibir la suspensión de su nutrición.
La italiana Eluana Englaro, en estado vegetativo desde hace 17 años, murió a las 20:10 horas locales (16:10 de Chile, 19:10 GMT), según informaron fuentes de las administraciones locales y de las fuerzas del orden. Eluana falleció mientras en el Senado se debatía un proyecto de ley para prohibir la suspensión de la nutrición que mantenía a la joven con vida. En el momento del debate parlamentario, el presidente de la Cámara, Renato Schifani, dio cuenta de la muerte de la joven y tras conocer la noticia, todos los senadores se pusieron de pie y guardaron un minuto de silencio. La mujer, de 37 años, se encuentraba en coma irreversible desde el 18 de enero de 1992 tras un accidente de tráfico que la sumió en un estado de inconsciencia del que nunca salió. El pasado viernes fue ingresada a la casa de reposo La Quiete, en Udine, donde comenzó el proceso desconexión de la sonda que le proveía de alimento y líquido. Los médicos que realizaban el protocolo esperaban que su muerte se produjera por deshidratación en los próximos 15 días. Cuando los especialistas iniciaron el protocolo establecido, el gobierno de Berlusconi presentó un decreto ley de urgencia para evitar la muerte de la joven. El caso de Eluana Englaro provocó diversas reacciones en Italia a favor y en contra del proceso de desconexión de la máquina que la nutría. De hecho el pasado viernes, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, contrario a la eutanasia de la mujer, apresuró un proyecto de ley para evitar la muerte de Eluana. Este lunes había comenzado su proceso de aprobación que podría concluir el próximo miércoles. Este fue presentado el pasado viernes "in extremis" después de que Napolitano se negase a firmar un decreto urgente -que no necesita la inmediata aprobación del Parlamento- para salvar la vida de Eluana Englaro. En un sólo artículo se especificaba que "en espera de ratificar una completa y orgánica disciplina legislativa sobre el testamento vital, la alimentación y la hidratación, como formas de soporte vital y fisiológicamente finalizadas a aliviar el sufrimiento, no pueden ser rechazadas en ningún caso por las personas o por quienes asisten a aquellos que no pueden valerse por sí mismos".
La polémica