Los expertos de un grupo internacional dedicado a combatir los abusos del sector farmacéutico alertaron sobre el riesgo para la salud que comporta el consumo indiscriminado de las estatinas, fármacos utilizados para disminuir el colesterol.
Un estudio que acaba de publicarse en la revista de The Cochrane Library concluyó que "no hay suficiente evidencia para recomendar el uso de fármacos contra el colesterol a pacientes sin patologías cardíacas previas".
Los científicos, que analizaron 14 ensayos realizados sobre 34.272 personas, de los cuales 13 estaban patrocinados por la industria farmacéutica, señalan que los resultados de esos estudios son "poco claros, selectivos y potencialmente sesgados".
"Esta investigación pone de manifiesto importantes deficiencias en nuestros conocimientos acerca de los efectos de las estatinas, por lo que no deberían recetarse a la ligera", ha afirmado Fiona Taylor, investigadora del Cochrane Heart Group.
Estudios anteriores, aunque de carácter limitado, indican que las estatinas pueden ser beneficiosas, pero también que pueden producir fallos de memoria, depresiones y en ciertos casos problemas hepáticos y renales.
"Sabemos que los estudios pagados por la industria tienden a destacar los resultados favorables de los medicamentos respecto a los placebos, así que tenemos que tratarlos con cautela", añadió Taylor.
Las estatinas son uno de los medicamentos más vendidos en el mundo y mueven al año alrededor de 16.000 millones de dólares.
El grupo de Taylor constató que según los datos de los estudios analizados las estatinas reducen el riesgo de muerte entre un 0,8 y 0,9 por ciento entre los pacientes tratados con esos fármacos. Asimismo, disminuyen el riesgo de sufrir patologías cardíacas y los niveles de colesterol en sangre.
Pese a esos resultados, Taylor advirtió que antes de recetar estatinas los médicos deberían estudiar "con mucho cuidado" el historial del paciente y los posibles riesgos derivados de la medicación.