Londres trabaja aceleradamente para combatir brote de fiebre aftosa
"No se escatimará ningún recurso para llegar al origen, porque sabemos que el futuro de la ganadería depende de ello", aseguró el primer ministro británico, Gordon Brown.
"No se escatimará ningún recurso para llegar al origen, porque sabemos que el futuro de la ganadería depende de ello", aseguró el primer ministro británico, Gordon Brown.
El Gobierno británico trabajaba contra el tiempo para determinar el origen del foco de fiebre aftosa declarado en una explotación ganadera inglesa y no descarta que las recientes inundaciones registradas en el país hayan podido propiciar el brote.
"No se escatimará ningún recurso para llegar al origen del brote, porque sabemos que el futuro de la ganadería depende de ello", aseguró este lunes el primer ministro británico, Gordon Brown, en Surrey, donde está la granja afectada y donde se reunió con ganaderos y personal que trabaja en la contención de la enfermedad.
Brown, quien decidió suspender definitivamente sus vacaciones para continuar al frente de la crisis, presidió antes en Londres la quinta reunión desde que se declaró el brote del denominado Comité Cobra del Gobierno, que se reúne en casos de emergencia.
"Obviamente queremos tener esto bajo control tan pronto como sea posible y erradicar la enfermedad", dijo el primer ministro, quien quiso destacar que esta rápida respuesta es diferente a lo ocurrido en la epizootia de aftosa de 2001, cuando el Gobierno de Tony Blair fue criticado por su falta de agilidad en la respuesta a la crisis.
Los expertos británicos están examinando si las recientes inundaciones registradas en el país han propiciado la infección de los animales de la granja afectada, confirmó la veterinaria asesora del Gobierno, Debby Reynolds.
En Londres, Reynolds aseguró que la investigación tiene en cuenta "todos los factores, incluidas las inundaciones", y añadió que "hay un interés en una zona particular de la granja que estuvo inundada y ése es uno de los aspectos que se están examinando".
Mientras tanto, inspectores de la Comisión de Salud y Seguridad (HSE, por su sigla en inglés) proseguían su investigación en el laboratorio de Pirbright, identificado como el Gobierno como posible origen del brote, y está previsto que tengan listos los resultados este martes.
Las autoridades han determinado que la cepa del virus hallada en el ganado afectado es la misma que la utilizada en ese complejo, compartido por el Instituto de Salud Animal (IAH), un centro público de diagnóstico e investigación animal, y la farmacéutica Merial Animal Health.
Tanto el IAH como Merial, que utilizó esa cepa en una remesa de vacunas manufacturada el 16 de julio pasado, han asegurado que no han cometido fallas en sus procedimientos de seguridad.
La posibilidad de que el brote se haya podido generar en el laboratorio ha generado malestar y preocupación entre los ganaderos británicos, señaló el presidente del sindicato del sector, Peter Kendall, quien no obstante se mostró "muy impresionado" con la respuesta del Gobierno a la crisis.
Con la vista puesta en que no se repita la epizootia de 2001, que causó estragos en el país, el Gobierno estableció zonas de protección y vigilancia de 10 kilómetros alrededor del granja afectada, prohibió el transporte de animales en todo el país y suspendió sus exportaciones de ganado y productos animales.
Además, se han sacrificado alrededor de 120 vacas, tanto de la granja afectada como de otras próximas como medida de precaución.
Hasta el momento, el ganado de un centenar de explotaciones situadas en las zonas de protección han sido sometidos a pruebas de la aftosa, una enfermedad viral muy contagiosa para los animales que se caracteriza por la formación de ulceraciones en los morros y las pezuñas, pero que no supone un peligro para la salud pública.
Como parte del dispositivo de prevención, el Gobierno ha movilizado además equipos de vacunación en el área afectada y ha ordenado 300 mil dosis de vacunas de esa variante específica. (EFE)