El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) explicó que con la medida de prohibir el ingreso de aves no destinadas a la industria cárnica persigue anticiparse al riesgo de la llegada del virus de la gripe aviar a Chile.
"De lo que se trata es de anticiparse. Nosotros no queremos esperar a ver si llega, o no llega y cuán cerca llega para tomar medidas. Las medidas hay que anticiparlas para ir cerrando todas las opciones", explicó el director de la entidad, Francisco Bahamonde.
En este sentido, explicó que "nosotros siempre hemos asumido que en esto el riesgo cero no existe", pues hace algunos años se registró un brote de la influenza del pollo, pero con un virus menos nocivo que el H5N1.
El SAG prohibió el martes 21 de enero el ingreso a Chile de aves no destinadas al consumo humano, en forma de carne o huevos, es decir, especies silvestres ornamentales o como mascotas.
En entrevista con El Diario de Cooperativa, Bahamonde explicó que se trata de una medida temporal, de emergencia, hasta que "haya claridad de la evolución que siga teniendo el avance que la influenza aviar está registrando Europa".
Ante el perjuicio que puede significar esta medida, o acciones como las tomadas ante los focos de fiebre aftosa en Argentina y Brasil de prohibir su importación, responden al interés superior de preservar los estándares de sanidad, explicó.
"Nosotros intentamos abstraernos de la situación comercial, la entendemos, pero nuestro objetivo principalmente es preservar la sanidad de nuestra producción animal de nuestra producción vegetal y preservar la sanidad de los consumidores", aclaró Bahamonde.
El SAG mantiene un permanente monitoreo de las aves migratorias que podrían traer el virus, con revisión y análisis de estos animales, capturados en sus lugares de anidación.
Además de las medidas contra la gripe del pollo, el SAG ha reforzado las medidas para bloquear el ingreso de la fiebre aftosa, con aumento de personal en las fronteras, adquisición de escáneres para la revisión de equipajes e implementación de brigadas de perros.