El destituido tecnólogo médico del Hospital Salvador, Miguel Manosalva, afirmo que la decisión tomada en su contra obedece a una persecución política encabezada por el director del Servicio de Salud Metropolitano Oriente, Héctor Olguín.
Manosalva recordó que durante su permanencia en el Hospital "Luis Calvo Mackenna", el doctor Olguín era subdirector y el ex ministro de Salud Osvaldo Artza, director. Tuvimos problemas gremiales -explicó a El Diario de Cooperativa-. Yo era dirigente gremial y se suscitó la situación de las irregularidades del doctor Artaza en el hospital y a mí me trasladaron para que no lo denunciara".
La irregularidad, según el tecnólogo médico, era la intención de Artaza de transformar el hospital en una fundación privada.
"Desde esa oportunidad el doctor Olguín comenzó a perseguirme a través del jefe del servicio del Banco de Sangre, hasta llegar a esta situación. Todo esto ha sido una persecución de tipo político", recalcó.
El miércoles, el servicio de salud determinó destituirlo a él por entregar de manera irregular sangre a la clínica privada del oncólogo Juan Quintana, recinto en el que resultaron contagiados con hepatitis B al menos 13 menores leucémicos.
Si bien Manosalva dijo que apelará a la decisión administrativa, no cree en tener éxito, debido a que son las mismas personas las que evaluaron quienes deberán revisar su reclamo. "Imagínese, tengo que apelar al doctor Héctor Olguín, del cual yo di a conocer que durante su gestión en el 'Calvo Mackenna' recibió pagos ilegales a través de una empresa de él y que fue destituido en su oportunidad. Pero debido a los favores políticos, a las relaciones políticas con el doctor Pedro García, se le perdonó", añadió, sin entregar detalles.
"Todas estas medidas son discriminatorias a la luz de la denuncias que yo hecho en los últimos 10 años", añadió Manosalva, en referencia a otras presuntas irregularidades que se mantienen en el hospital y citó como ejemplo que el jefe de servicio Banco de Sangre, Mario Donoso, tiene entre su personal a su propia esposa. "Sin embargo, a él no se le hizo absolutamente nada", señaló.
Era habitual sacar sangre del banco
Para el tecnólogo médico, la salida de bolsas de sangre desde el banco era una práctica habitual en el servicio -"todos lo hacían, excepto unas dos, tres personas"- detalló, explicando que con la llegada de Donoso, en 2003, no se prohibió, sino que se reguló, estableciendo registros.
Sin embargo, descarta que se haya tratado de tráfico. Manosalva señaló que él prestaba, a honorarios, servicios haciendo exámenes a los niños de la clínica del doctor Quintana. En casos en que se necesitaba sangre, los menores eran hospitalizados en clínicas como la Dávila, Tabancura y Las Condes.
Sólo en cuatro oportunidades ocurrió que las clínicas no tenían los grupos sangre necesarias, el 0 negativo, y en esa situación fue que el doctor Quintana le pidió unidades desde el Hospital Salvador.
"Todos lo hacían, se solicitaba al tecnólogo de turno que viera el stock y si era posible sacar para trabajo particular" un par de unidades.
"No se pagaba por eso", enfatizó, detallando que se le pagaron honorarios "hasta el día que cerró la clínica". "Se me pagó hasta el último día, aunque en el último año y medio no hubo ninguna transfusión", enfatizó.
Además, reiteró que no existe posibilidad de que alguna de las bolsas estuviera contaminada: "Todas (estaban) con exámenes negativos de la hepatitis B, del sida, del Chagas, todo. Todo cumplía con las normas internacionales y nacionales". (Cooperativa.cl)