El pleno del Parlamento Europeo (PE) aprobó este miércoles un informe por amplia mayoría que aboga por tipificar como delito en la Unión Europea (UE) contratar los servicios sexuales de una persona menor de 21 años.
Los eurodiputados también mostraron su preocupación por el fenómeno del "patrocinio" que implica la prostitución de menores de edad o que apenas han cumplido los 18 años a cambio de pequeñas cantidades de dinero, productos novedosos o incluso de los gastos relacionados con su educación.
El informe aprobado en la Eurocámara sobre explotación sexual y prostitución y su impacto en la igualdad de género reclama asimismo que deje de penalizarse el ejercicio de la prostitución en el conjunto de la UE y que la criminalización se desplace al cliente.
En algunos países como el Reino Unido, Francia, Irlanda y Croacia existe todavía una legislación represiva contra las personas que ejercen la prostitución que los eurodiputados piden que se derogue.
El informe señala que "la manera más efectiva" de luchar contra el tráfico de mujeres es el sistema nórdico, en el que constituye un delito la compra de servicios sexuales y en cambio no se criminaliza a los que la ejercen.
El texto, de la eurodiputada laborista Mary Honeyball, destaca que allí no han aumentado ni la trata ni la prostitución y que dicho modelo tiene el beneplácito de la mayoría de la población, especialmente los jóvenes, lo que, según ella, "demuestra que la legislación ha provocado un cambio en la actitud".
Publicidad de servicios sexuales
También los eurodiputados quisieron atraer la atención sobre el hecho de que la publicidad de servicios sexuales en los periódicos y medios de comunicación sociales "puede ser un modo de apoyar la trata de personas y la prostitución" y denunciaron "el creciente papel que desempeñan las redes sociales en la captación de prostitutas jóvenes.
En la misma línea, subrayaron los efectos negativos de la creación por parte de los medios de comunicación de masas y la pornografía "de una imagen desfavorable de la mujer, que puede tener como efecto el desprecio de la personalidad humana de la mujer y su presentación como una mercancía".
"La libertad sexual no debe interpretarse como una licencia para despreciar a las mujeres", dice el texto.
El informe Honeyball destaca por último los vínculos entre prostitución y tráfico de personas, que alimenta la propia prostitución.
Según la Comisión Europea (CE), la mayoría de las víctimas de trata (un 62 por ciento) lo son con fines de explotación sexual, constituyendo las mujeres y las chicas menores de edad el 96 por ciento de las víctimas.