Demmi Zeschke fue sorprendida en el gimnasio del penal por otros trabajadores.
Es el segundo caso que ocurre en Australia en las últimas semanas.
Una guardia de una cárcel en Australia arriesga ir a prisión por tener sexo con un joven reo en Long Bay. Incluso, Demmi Zeschke cambió sus horarios de trabajo para coincidir con su amante.
Zeschke trabajaba en la prisión, donde todavía cumple su condena Jarad Smith, de 23 años, por asesinato luego de atropellar a una pareja mientras estaba ebrio y tras haber consumido cocaína, según informa News.com.au.
Luego de cuatro años de su juicio, Smith contaba con libertad en el día, pero todavía debe pernoctar en prisión. Según los testigos, los encuentros sexuales se produjeron en el gimnasio del penal.
La aventura prohibida se terminó cuando fueron descubiertos por otros empleados. Zeschke presentó su renuncia a la brevedad, pero no logró escapar del escándalo. El problema es que no es el primer caso de este tipo que se presenta en Australia.
Los familiares de las víctimas de Smith repudiaron la situación. "Probablemente la pasa mejor que nosotros. La encarcelación supone retirar ciertos privilegios pero algunos prisioneros todavía los tienen", comentó Louise Miller, hermana de la fallecida Katherine Pracy, a la cadena.
El director de la prisión, Peter Severin, aseguró que buscará que Zeschke sea procesada por el tema y pase un tiempo en prisión. Esta vez, tras las rejas.
Hace unos días, se supo que Amy Connors, otra guardia australiana, estaba embarazada del homicida Sione Penisini. Ambos fueron sorprendidos teniendo sexo en una prisión de máxima seguridad.
PRISONS boss Peter Severin wants jail guards who have sex with prisoners to serve time behind bars. It comes as young mum Demmi Zeschke has been confirmed as the latest officer caught in a tryst with drink-driving killer Jarad Smith. Via @RoseBrennan12 https://t.co/iFH9so0ovO
— The Daily Telegraph (@dailytelegraph) 25 de julio de 2018
