Dos profesoras se impusieron en Expo Enlaces 2008

Para entusiasmar a los alumnos en el uso de las nuevas tecnologías no es necesario que el colegio tenga las mejores instalaciones ni que cada estudiante tenga un equipo, basta buenas dosis de ingenio y entusiasmo para hacer más interactivas las clases.

Ejemplo de ello son Cecilia Contreras, de la Escuela Ferroviaria de Los Andes, y Carmen Gloria Lienlaf, de la Escuela "José Artigas", las ganadoras de la Expo Enlaces 2008, donde profesores de casi todas las regiones del país mostraron cómo mezclan las TIC con la enseñanza.

"Nosotros no le enseñamos al niño las herramientas del sistema. El niño entiende cómo utilizarlas aprendiendo además otras materias como matemáticas, ciencias y artes", dijo a Cooperativa.cl Cecilia Contreras.

Cecilia Contreras (izq.) y Carmen Gloria Lienlaf posan con sus notebooks.

El Wurlitzer Colegial es el nombre de su iniciativa, que además busca recuperar la importancia de la música en el proceso formativo: "Es un proyecto transversal que desarrolla valores y música. Los niños cantan y bailan canciones valóricas referidas al amor y a la paz", agregó.

"Con este proyecto, el niño desarrolla el lenguaje, la escritura creativa,la sintaxis, la ortografía y aprende música. Asimismo aumentaron su vocabulario, pues tenían que buscar palabras que rimaran. Además, las canciones también las traducen al inglés", detalló la profesora de educación básica.

Los niños bajaban midis (base musical) desde internet y, a partir de la música, creaban letras con contenido. Una vez que tenían el tema listo, recurrían al grabador de voz de los computadores para mezclar su interpretación con el acompañamiento. "Además, aumentan su autoestima y personalidad", contó la docente.

Otro elemento destacado es que los niños pueden bailar sus creaciones, lo que estimula su expresión corporal y transforma a esta actividad en un ejercicio completo que ayuda al alumno en varios ramos.

Aprendiendo con cartas Magic

La otra ganadora fue Carmen Gloria Lienlaf, profesora de Religión, quien recurrió a uno de los pasatiempos favoritos de su hijo, las cartas Magic, para enseñar lenguaje y comunicación a niños de séptimo y octavo básico. Su proyecto se llama "El juego de cartas coleccionables como recurso de aprendizaje en lenguaje y comunicación".

"Cuando una es profesora de Religión tiene que ver que en el mundo existe el bien y el mal, y hay que enseñarle a los niños a discernir entre uno y otro. Las cartas Magic ayudan al aspecto valórico", explicó a Cooperativa.cl Lienlaf.

En ese juego, cada naipe representa un personaje con una historia y habilidades de ataque y defensa, que se expresan con números. La empresa fabricante liberó un programa para ayudar a los fanáticos a completar sus mazos.

"Con este juego mejoraron la ortografía, aprendieron a crear relatos y textos, ampliaron su vocabulario y, más encima, sociabilizaron con algo que a ellos les encanta. Es una tremenda herramienta educacional", agregó.

Carlos Escobar es uno de los alumnos de octavo básico motivados por Lienlaf, y tan interesado quedó con el proyecto que su sueño es estudiar alguna carrera relacionada con la computación.

"Nos motivó demasiado. A ninguna profesora se le había ocurrido hacer algo con cartas y que nos llamara la atención a nosotros, no a ellos. Nos ha ayudado a expresarnos mejor y a desarrollar la parte matemática al sumar los puntos de ataque y defensa", contó a Cooperativa.cl.

Aparte de los computadores que se utilizaron, ambos proyectos funcionaron no tuvieron que pagar miles de pesos por software ni recurrieron a estrategias demasiado complicadas ni costosas.

El ingenio de las maestras llevó a que sus alumnos aprendieran asignaturas formales de la manera más natural posible para los chicos que nacieron a mediados de los 90: aprovechando la tecnología.