Un estudio elaborado por la Universidad de Oxford encontró evidencia de campañas organizadas de manipulación de redes sociales por parte de gobiernos o partidos políticos en 70 países, un crecimiento de un 150 por ciento en dos años, considerando que en 2017 se detectaron 28 países y 48 en 2018.
El análisis "La Orden de Desinformación Global: Inventario global de manipulación de redes sociales organizadas" mostró también que Facebook sigue siendo la red social con mayor difusión de desinformación.
De hecho, se detectaron campañas de propaganda organizadas a través de esa plataforma en 56 países.
Según los investigadores, la razón de esto podría explicarse por su tamaño de mercado, ya que al ser una de las plataformas más grandes del mundo (con 2.400 millones de usuarios mensuales), así como las posibilidades específicas de la plataforma –la comunicación entre familiares y amigos- es una fuente de noticias políticas e información, con la capacidad de formar grupos y páginas.
Otro de los descubrimientos significativos del análisis es el surgimiento de China como una fuerza poderosa en la desinformación global, ya que ese país ha usado la propaganda internamente por mucho tiempo, pero las protestas en Hong Kong evidenciaron que Beijing ha ido más lejos.
Por ejemplo, en agosto, Facebook, Twitter y Youtube suspendieron cuentas vinculadas a China que difundían información sobre las manifestaciones en el territorio autónomo.
Además, los investigadores aseguraron que "actores estatales sofisticados" de al menos siete países (China, India, Irán, Pakistán, Rusia, Arabia Saudita y Venezuela) están trabajando fuera de sus fronteras en operaciones de influencia extranjera global, utilizando Facebook y Twitter.
Asimismo, el estudio detectó que en "países con gobiernos autoritarios" existen tropas cibernéticas de tiempo completo que tienen como objetivo influenciar la opinión pública mediante el uso de propaganda, la supresión de trabajos periodísticos veraces y el descrédito de los opositores.
"Memes", la mayor estrategia de desinformación
Otro hallazgo de los investigadores fue que la estrategia más común de desinformación es la creación de contenido manipulado audiovisual, como memes y videos, por la facilidad de ser compartido. Esta estrategia fue detectada en 52 de 70 países.
"Las posibilidades de las tecnologías de redes sociales (algoritmos, automatización y big data) cambian enormemente la escala, el alcance y la precisión de cómo se transmite la información en la era digital", sostuvo Samantha Bradshaw, coautora del informe.
"Si bien las redes sociales alguna vez se anunciaron como una fuerza para la libertad y la democracia, cada vez se encuentra más bajo escrutinio por su papel en la amplificación de la desinformación, la incitación a la violencia y la disminución de la confianza en los medios y las instituciones democráticas", añadió.