China negó haber atacado a Google y respondió a EE.UU.
El gigante asiático se defendió de las acusaciones de Washington.
Pekín trató de "hipócrita" a la Casa Blanca y atacó sus estrategias.
El gigante asiático se defendió de las acusaciones de Washington.
Pekín trató de "hipócrita" a la Casa Blanca y atacó sus estrategias.
El Gobierno de China negó cualquier participación en ataques contra Google y un diario oficial acusó a EE.UU. de "doble moral". Según recalcó un portavoz del Ministerio de Industria, las acusaciones "carecen de fundamento".
"La política de China sobre la seguridad en internet es transparente y consistente", añadió el vocero chino a la agencia estatal de noticias Xinhua. Esta polémica surgió el 12 de enero, cuando hackers supuestamente chinos ingresaron a los sistemas del buscador.
Esta semana, la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton había pedido a China investigar una denuncia de Google, que aseguró haber sufrido ataques desde China a las cuentas de correo electrónico de Gmail de algunos activistas de derechos humanos.
"Esperamos que la investigación y sus resultados sean transparentes", dijo Clinton, quien agregó que "en un mundo interconectado, un ataque a la red de un país puede ser un ataque a todos".
"Hipocresía" en la Casa Blanca
Según el diario estatal China Daily, la estrategia de EE.UU. es "explotar sus ventajas en fondos para internet, tecnología y márketing, así como exportar su política, su comercio y su cultura a otras naciones por intereses de la única superpotencia mundial".
Este medio también describió a la Casa Blanca como "hipócrita", asegurando que "algunas agencias gubernamentales" habían entrado ilegalmente en numerosas cuentas personales de correo electrónico.
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| El ataque a Google todavía no se aclara. |
Según explica el corresponsal de BBC, Mark Gregory, nunca antes internet había sido motivo para un intercambio de alto nivel como este, sino que se había manejado a través de protocolos internacionales sobre cuestiones técnicas.
Gregory dice que, en realidad, EE.UU. no tiene mucho para hacer si quiere afectar la política que China aplica para internet en su país.