China tildó hoy de "infundadas" las acusaciones de varios países e instituciones internacionales sobre la presunta vinculación del país asiático con el ciberataque global contra Microsoft que afectó a unos 250.000 sistemas informáticos en todo el mundo el pasado mes de marzo.
"Las acusaciones en los comunicados de la UE y la OTAN no se basan en hechos ni pruebas, sino en especulación y acusaciones infundadas. Nos oponemos firmemente y no aprobamos de ninguna manera estas declaraciones", aseguró a través de un comunicado publicado en la página web la Embajada de China ante la UE.
Sin embargo, el texto de la delegación china en Bruselas no se refirió a Estados Unidos, ni al Reino Unido, ni a Japón, Australia, Nueva Zelanda, o Canadá, los otros países que se manifestaron en el mismo sentido que sus aliados, algo que sí hicieron las embajadas chinas en los últimos tres países mencionados.
Según la embajada en Camberra, Australia "sigue los pasos y repite como un loro la retórica estadounidense", y considera al país oceánico "cómplice de actividades de escucha bajo el marco de la Alianza de los Cinco Ojos".
"Lo que el gobierno australiano ha hecho es extremadamente hipócrita, como un ladrón gritando '¡al ladrón!'", afirmó el texto de la delegación china en Australia.
En términos similares se expresó la misión china en Nueva Zelanda, que añadió que se trata de una acusación "irresponsable" y apuntó que ha presentado una queja formal ante las autoridades.
Por su parte, la Embajada de China en Canadá consideró que las acusaciones "vienen de la nada y son difamación maliciosa".
Asimismo, China alegó en varios de estos comunicados ser también "víctima de ciberataques" y abogó por acabar con ellos "según la ley".
"EEUU, LA MAYOR 'MATRIX' "
En el momento de publicar este texto, las páginas web de las embajadas de China en Estados Unidos, Japón y Reino Unido no habían publicado una respuesta al respecto.
Los textos de las delegaciones chinas inciden en lo que calificaron de "hipocresía" por parte de los países acusadores, ya que -según la fuente-, ellos mismos han participado en actividades de espionaje a gran escala, y señaló en particular a Estados Unidos, al que consideró "el mayor 'Matrix' del mundo".
El ciberataque de marzo afectó a hasta 250.000 sistemas informáticos en todo el planeta, entre ellos la Autoridad Bancaria Europea, el Parlamento noruego y la Comisión del Mercado Financiero de Chile.
Al presentar las acusaciones este lunes, los países e instituciones involucradas evitaron imponer inmediatamente sanciones al país asiático por ello.
Washington aseguró en un comunicado que el Ministerio de Seguridad Pública de China, el principal órgano policial y de inteligencia del país, "contrata" a "piratas informáticos criminales" para llevar a cabo "operaciones cibernéticas no permitidas a nivel global".
Se trata de la última de las desavenencias entre Washington y Pekín, cuyas relaciones comenzaron a deteriorarse en particular desde marzo de 2018, cuando el ex presidente estadounidense Donald Trump comenzó una guerra comercial con la potencia asiática que se extendió después a otros ámbitos, como el tecnológico o el diplomático.