Isabel Allende presentó este viernes en Washington su último libro, "El amante japonés", pero la faceta más comprometida de la escritora nacional sobrepasó el mero interés literario del evento, en el que reivindicó que "los inmigrantes son los que han levantado Estados Unidos".
La raza, la clase social y el choque cultural son las barreras contra las que el amor de los protagonistas lucha en la última novela de la autora, un tema tan universal como efervescente.
La audiencia que recibió a Allende en Washington le hizo abordar los temas más candentes del país, como las reformas de la política inmigratoria que los precandidatos a la Casa Blanca han expuesto ante los medios en los últimos días.
"No me preguntes por (Donald) Trump", cortó Allende con ironía seria cuando, en el turno de preguntas, se introdujo por primera vez la actualidad política y en referencia al precandidato republicano.
La "poca memoria" estadounidense
Sin embargo, añadió que se sentía "indignada" porque en Estados Unidos "se olvidan de que todos, excepto los nativos americanos, vinieron de otra parte", sea de Europa, África o Asia.
"A cada nuevo tipo de inmigrante se le cierran las puertas", algo sin sentido para Allende, ya que "la diversidad es la mayor fuerza de Estados Unidos", sentenció, con ovación de un público de unas 500 personas.
La escritora conectó desde el principio con una audiencia en su mayoría femenina, y de origen hispano, a quienes animó a "no rendirse" en la lucha por una vida mejor y a "tomar lo que Estados Unidos ofrece pero sin renunciar a los orígenes".