El director ejecutivo del organismo aseguró que "el petitorio no puede ser atendido".
Los trabajadores de las casas museo están en huelga desde este lunes.
Como una actitud "Antineruduana" han calificado los funcionarios de las emblemáticas casas museo La Chascona, La Sebastiana e Isla Negra, el actuar de la Fundación Pablo Neruda, quienes están en huelga desde este lunes.
Los trabajadores en paro se reunieron en las afueras de la casa de Santiago, La Chascona, ubicada en pleno barrio Bellavista, para acusar la mala administración de los recursos por parte del organismo.
Sin embargo, el director ejecutivo de la fundación, Fernando Sáez, aseguró a Cooperativa que "nosotros tenemos un déficit, evidentemente, pero tendría que hacer un planteamiento mucho más extenso para poder comprender la situación y la posición nuestra, que queremos que la entiendan los trabajadores".
"La postura de la fundación es buscar una solución lo antes posible, pero económicamente esto no se sostiene más, para seguir dándole carga de salarios, es complicado", indicó.
Sáez agregó que "en estos momentos nosotros tenemos ya un reajuste pactado, que no es bajo. Este año es de un cinco por ciento".
Por su parte, el asesor laborar de los funcionarios, Guillermo Meza, aseguró que "después de un largo proceso de negociación hemos llegado a foja cero. La empresa ha negado toda la voluntad para poder negociar cosas tan simples como un bono de movilización y de colación de mil pesos diarios, que hoy está en 300 pesos".
"No sé si es la tozudez de los directivos de la fundación, de no voluntad o de mala administración, porque ellos aducen que están con pérdidas de tres años, entonces nosotros decimos 'cómo una empresa o fundación con tres años en pérdidas todavía sigue funcionando'", dijo.
El sobrino y heredero de Pablo Neruda, Rodolfo Reyes, aseguró además que los familiares apoyan la huelga de los funcionarios de las casas museo, ya que "Pablo era una de las personas que luchó por los derechos de los trabajadores del carbón, del salitre y del cobre, entonces tienen una sensibilidad mayor".
"Estoy seguro que Pablo (Neruda), desde donde esté, está disconforme con esta actitud de la 'empresa', de la fundación Neruda", agregó Reyes.
Los trabajadores exigen un reajuste de remuneración, bonos de alimentación y movilización, de 1.000 pesos por día trabajado y un bono de término de conflicto de 200.000 pesos.
