Un novedoso sistema de vigilancia dispondrán los efectivos de fuerzas especiales, según informó la Intendencia Metropolitana tras realizar un positivo balance del plan contra el vandalismo en el fútbol.
A partir de 2005, Carabineros podrá disponer de un nuevo y novedoso sistema de vigilancia para combatir la violencia en los estadios, que consistirá en instalar cámaras en los cascos de sus efectivos, según se informó tras la reunión de balance del plan contra el vandalismo en el fútbol que realizó la Intendencia Metropolitana junto con la policía uniformada.
El jefe de la Zona Metropolitana Este de Carabineros, general Nelson Molina, quien estuvo en la cita, comentó esta medida y otras iniciativas para prevenir desmanes en los reductos deportivos.
"Hay un proyecto que fue aprobado por la Intendencia, que van a tener los carabineros de fuerzas especiales sobre el casco (cámaras), de tal formar de ir filmando directamente los desórdenes y quiénes son las personas que los están provocando, para utilizar posteriormente esta imágenes como modo de prueba", indicó.
"Estamos pidiendo incorporar elementos para detectar metales y drogas. Es una medida preventiva que muchas veces disuade a la persona de llevar estos elementos. En la práctica, vimos que muchas personas se deshacían de armas blancas y algunos elementos que pueden ser lanzados como candados, que los botaban antes de llegar al control", agregó Molina.
Bastante contento por los resultados obtenidos durante este año con el plan de violencia en los estadios, que arrojó 83 condenas por la ley existente al respecto de 504 detenciones, se manifestó el intendente Marcelo Trivelli, quien aclaró, no obstante, que falta mucho por lograr aún.
"Conforme nunca, avances sí hubo y creo que eso es lo importante, porque para que las familias vuelvan en plenitud a los estadios es un proceso largo. Es muy importante la colaboración de cada una de las instituciones que tenemos relación con el fútbol, tanto desde el sector público como de los clubes y la ANFP", expresó.
Consultado sobre la molestia de los clubes en torno a que las calificaciones de "alto riesgo" ahuyenta a los espectadores, Trivelli rechazó la premisa.
"La gente no va a los recintos por la violencia y no por los aspectos administrativos. Creo que la declaración de alto riesgo, ya no sólo por la cantidad de público que va, sino que dependiendo de quiénes jueguen, en qué estadio, en qué horario y el entorno, para proteger a los vecinos, es muy importante", aseguró.
"Eso nos ha permitido que los clubes se hagan responsables de la cantidad de boletos, de las entradas que venden y, por otro lado, de poner personal de apoyo en el ordenamiento de las barras y del público al interior del estadio, lo que permite que Carabineros se aboque a prevenir los hechos de violencia", añadió.
"La pacificación del fútbol no se puede medir de un día para otro, sino que en períodos más largos y por eso nosotros hemos hecho esta evaluación de los últimos meses", concluyó.
