El juez James Garrity, del tribunal de bancarrota de Nueva York que lleva el caso de Latam, aceptó aplazar hasta el 26 de noviembre la presentación del plan de reestructuración de la compañía, cuarta ocasión en que Latam solicita una prórroga.
El aplazamiento había sido objetado por un grupo de acreedores agrupados en Parent ad hoc Claimant Group, con más de 4.000 millones de dólares en reclamaciones, pero el juez decidió conceder este nuevo plazo con el acuerdo de los otros grupos de acreedores.
La sesión de hoy estuvo centrada en la necesidad de un mediador, en principio aceptada por Latam, con varios grupos de acreedores que han reclamado formar parte de ese mecanismo de mediación, al igual que lo han hecho algunos de sus principales accionistas, como Qatar Airways y Delta Airlanes, una decisión que el juez pospuso a otra vista el próximo martes.
Desde Santiago, la compañía reaccionó con satisfacción al nuevo aplazamiento, y consideró en un comunicado que esto le permitirá salir airosa de este proceso y cumplir con la legislación aplicable tanto en Estados Unidos como en Chile.
"Latam participará activamente de este proceso con la convicción de que de su éxito y el consenso de todos los participantes le permitirán al grupo estar en condiciones de proponer un Plan de Reorganización que puede ser presentado ante el tribunal de Nueva York y sometido a la aprobación de los acreedores, y con posterioridad, a los accionistas para su implementación", dijo en el comunicado.
La empresa, nacida en 2012 de la fusión entre la chilena Lan y la brasileña Tam, se acogió en mayo del año pasado al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, que permite a una empresa que no puede pagar sus deudas reestructurarse sin la presión de los acreedores.
La decisión de declararse en bancarrota incluyó tanto a la matriz -que cotiza en la Bolsa de Nueva York y en la de Santiago- como a sus filiales en Chile, Perú, Colombia, Ecuador, Brasil y EE.UU.