Diputado DC defiende la reforma tributaria: "Nadie va a hacer tonteras"

Un nuevo capítulo en la historia de divergencias a la hora de analizar la economía escribieron el miércoles Felipe Larraín y Alberto Arenas, ministros saliente y entrante de Hacienda, tras conocer el Imacec del mes de enero, que se ubicó en un 1,4 por ciento, evidenciando el proceso de desaceleración que vive el país.

Mientras Arenas se reunía con el gabinete económico del futuro Gobierno, Felipe Larraín lo hacía con la plana mayor del empresariado nacional, agrupado en la CPC. Ambos analizaron el momento de la economía chilena, desde una óptica muy distinta.

El designado jefe de la billetera fiscal criticó el manejo del Gobierno, asegurando que recibirá como "herencia" una economía desacelerada y desde el 11 de marzo habrá que "recuperar el tiempo perdido".

El actual ministro apeló, en tanto, al paro portuario y a los efectos de la propuesta de reforma tributaria de Bachelet: "Creo haber sido de los primeros que lo dijo, porque lo dije en junio del año pasado: que las propuestas que se hacen en materia tributaria sin duda que tienen un efecto en la inversión".

"Yo espero que esta ley (la reforma) tome en cuenta la situación en que está la inversión, que es puntualmente donde está el grueso de la desaceleración", dijo el ministro.

Desde el gran empresariado pidieron moderación y ser parte del debate. El presidente de la Sofofa, Hermann VonMühlenbrock, pidió reglas claras al apuntar derechamente al "temor a lo desconocido".

"Lo más fácil es decir: 'Si voy a hacer un emprendimiento, prefiero esperar para saber cuáles son las nuevas reglas'. Creo que es importante conocer esto luego. Se habla de muchos cambios y no sabemos el detalle, no tenemos la información", señaló Von Mühlenbrock.

Su par de la Asociación de Bancos, Jorge Awad, comentó que "siempre el Imacec de un mes es una señal, pero no es una tendencia. Sabemos que hay una desaceleración y lo que importa desde el punto de vista de la banca es un programa muy serio en términos de regulación y estabilidad financiera".

Las divergencias entre Arenas y Larraín fueron recogidas en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, a la espera de que en los próximos 100 días la reforma tributaria tenga su discusión legislativa.

"Si hay señales de desaceleración yo esperaría que el nuevo Gobierno pueda pensar dos veces antes de hacer planteamientos sobre la futura reforma tributaria. Creo que eso va a ser bueno para el país", manifestó Ernesto Silva, diputado y declarado candidato a presidir la UDI.

Pablo Lorenzini, de la DC, opinó, en cambio, que la reforma tributaria servirá para reimpulsar la economía.

"Yo soy partidario de dar inyección contracíclica. Es el minuto de meterle un poco de plata al sistema", opinó.

El legislador del Maule llamó a "que los empresarios se queden tranquilos", puesto que "nadie va a hacer tonteras" en materia tributaria.

Temas como el paro portuario, el ciclo económico, el debilitamiento de los países emergentes, la menor inversión y el fin del súper ciclo del cobre, son parte de los argumentos que tienen los analistas para explicar lo que sucede hoy con la economía.

Si en algo hay coincidencia es que durante los próximos meses, la actividad debería mejorar su comportamiento.

Dicen que detrás de las cifras hay un tema de confianza e incertidumbre por la falta de claridad respecto a la propuesta.

Sin embargo, Víctor Salas, economista de la Usach, cree -como Lorenzini-  que un alza de impuestos puede revitalizar la economía.

En la Nueva Mayoría "van a preocuparse de revitalizar la economía. Eso significa meter más demanda interna a la economía en términos de mayor gasto fiscal". explicó.

Guillermo LeFort, de la Universidad de Chile, complementa señalando que los empresarios deben ver esta reforma tributaria a largo plazo.

"Una reforma tributaria tiene que hacerse mirando hacia delante y con principal cuidado de establecer un buen uso de los recursos que se levanten", expresó.