El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció este viernes que distribuirá 2.700 millones de dólares a sus países miembros, procedentes de los beneficios extraordinarios tras la venta de oro, con la condición de que entreguen un 90 por ciento al fondo para programas de ayuda a países en desarrollo.
"Este es un gran paso para crear una base sostenible para nuestras importantes operaciones de préstamo de carácter concesionario a favor de los países de bajo ingreso", dijo la Directora Gerente del FMI, Christine Lagarde, en una nota de prensa.
Los fondos serán repartidos de acuerdo a la cuota de cada uno de los 188 países miembros, quienes deben garantizar que al menos el 90 por ciento vaya destinado al Fondo Fiduciario para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza (PRGT, por su sigla en inglés), un mecanismo que ofrece créditos sin interés a países en desarrollo.
Un crecimiento más fuerte y sostenible
"La estrategia aprobada hoy por el Directorio Ejecutivo asegura que el FMI estará en mejores condiciones de ayudar a nuestros países de bajo ingreso a absorber shocks futuros y de respaldar sus esfuerzos por conseguir un crecimiento económico más fuerte y sostenible", agregó Lagarde.
El aumento de estos fondos para países en desarrollo ha sido impulsado por la directora del FMI, ante la preocupación de que las crecientes aportaciones del Fondo para economías avanzadas, especialmente para hacer frente a la crisis de deuda, dejen de lado las necesidades de los países de bajo ingreso.
Estos recursos proceden de las ventas de 403,3 toneladas métricas de oro en 2009-2010, como parte de un plan para dejar asegurado el financiamiento de este fondo y otros programas del organismo internacional.