La discusión del Presupuesto de la Nación para 2016 ya ha causado al menos tres traspiés para el Gobierno en las subcomisiones del Congreso, generando además la solicitud de los parlamentarios de entregar mayor información de las partidas.
El primero fue la semana pasada cuando la subcomisión presidida por el DC Pablo Lorenzini rebajó a mil pesos los 1.700 millones solicitados para gastos reservados de la Presidencia de la República.
El parlamentario quería saber, al menos genéricamente, a qué se destinan esos recursos y como no hubo respuesta del Gobierno, con el apoyo de la oposición se aplicó una enorme tijera.
El lunes, la misma subcomisión dejó pendiente de aprobación toda la partida del ministerio Secretaría General de Gobierno, ya que bajo el título de "estudios para una nueva Constitución" con el que se pedían 1.100 millones de pesos no había detalle alguno.
El Ejecutivo entregó una explicación verbal, consiguió dos votos de la Nueva Mayoría, pero no convenció a los dos parlamentarios de la oposición, y ante la ausencia de un tercero del oficialismo hubo un doble empate y la partida quedó pendiente de aprobación, por lo que pasará a Comisión Mixta.
A su vez, la tercera subcomisión rebajó el martes a 1.000 pesos los recursos del Ministerio de Salud, como una forma de hacer presente el malestar de los parlamentarios por el retraso en la construccion de hospitales y la subejecución presupuestaria y solo su presidente, el diputado DC José Miguel Ortiz, votó a favor.
En opinión del diputado socialista Osvaldo Andrade en estos hechos se mezcla el ego de algunos legisladores con la falta de información por parte del Gobierno.
"El Gobierno no ha sido lo suficientemente explícito para fundamentar sus propuestas presupuestarias, pero también ha faltado una mirada de realismo explícito de decir las cosas tal cual son: vamos a poder hacer esto y no podemos hacer esto otro", dijo el parlamentario.
El diputado añadió que "esa ausencia (el Gobierno) la ha trasladado al Parlamento que mira estas cosas con una cierta reticencia, con un cierto prejuicio, en el sentido de que siempre aquí hay gato encerrado, que nunca nos dicen la firme y en consecuencia ante una situación de esa naturaleza la única posibilidad que tiene el Parlamento es rechazar".
En tanto, el presidente del Senado, Patricio Walker (DC), se sumó a la opinión de que el Gobierno debe entregar más información al Congreso al tramitar el Presupuesto, y coincidió también que puede haber aquí el intento de algunos parlamentarios de darse un gusto o enviar una señal.
"Es muy importante que el Gobierno entregue detalles porque efectivamente no somos un buzón, requerimos información", sostuvo.
Gobierno desdramatiza problemas
Desde el Gobierno desdramatizaron la situación, recordando que este tipo de hechos en las subcomisiones es algo normal.
"Es normal, es habitual, el momento de discusión del Presupuesto es también un momento de negociación. Los parlamentarios, con legitimidad, plantean también las prioridades de sus territorios, de sus regiones o de las experticias propias de cada uno, o de sus sensibilidades, en consecuencia es una conversación y una evaluación que debemos llevar con los parlamentarios", afirmó el vocero Marcelo Díaz.
"¿Podemos tener diferencias? Sin ningún lugar a dudas ¿Cómo se expresan? Votando. Estamos partiendo con las votaciones en las comisiones, hay que llegar luego a la Sala de ambas Cámaras y ahí tendremos resultados finales y esperamos que el presupuesto que hemos presentado se apruebe por parte del Congreso", añadió el titular de la Segegob.
Aún falta que termine su trabajo la cuarta subcomisión, la que debe visar el presupuesto del Ministerio del Interior, el del sector público y el del Mineduc, que incluye los recursos para adelantar la gratuidad en educación superior.