El senador Gastón Saavedra fustigó la "frialdad" de la siderúrgica, pese al esfuerzo de poner una sobretaza al acero chino.
El Gobierno calificó la decisión de la empresa como "devastadora" para la Región del Biobío, acusando una "acción irresponsable" de Huachipato y de Molycop.
Parlamentarios por la Región del Biobío criticaron la decisión del directorio de la Compañía Siderúrgica Huachipato (CSH) de dejar de operar pese a que el Gobierno había impuesto una sobretasa al acero chino importado para beneficiar a la industria chilena.
El senador socialista Gastón Saavedra enfatizó que "hubo una actitud irresponsable, hasta incomprensiva, de parte de las empresas que creo que no entendieron el momento y el esfuerzo que se está haciendo para proteger el empleo y para tener una siderúrgica y una industria del acero que tuviera origen nacional. Y ahí la frialdad de los negocios lleva a que se tome definitivamente esta decisión".
El diputado DC Eric Aedo, en tanto, fustigó que "Huachipato nos mintió a todos desde el principio, a la región del Biobío. Esta empresa mintió, se entregaron todas las salvaguardas y simplemente no fueron capaces de llegar a un acuerdo. Siempre actuaron de mala fe con la decisión de cerrar".
Aedo, en su calidad de vicepresidente de la Cámara, dijo en el hemiciclo que la empresa fue "poco transparente" con sus trabajadores y con todas las autoridades que en su momento bregaron para que se pudiera dar la sobretasa arancelaria.
La diputada Marlene Pérez (IND-UDI) planteó que "los accionistas, los inversores, han sido poco transparentes con Huachipato y eso es impresentable. Acá todavía están con una salvaguarda y nos entregan esta noticia sin dimensionar la crisis que va a vivir la región del Biobío".
Hoy, a través de un comunicado, Huachipato indicó que "pese a que la Comisión Antidistorsiones reconoció la existencia de dumping y recomendó una sobretasa provisoria a la importación de acero chino, la estructura de la industria acerera y la respuesta del mercado no permitió traspasar los aranceles a precio, haciendo insostenible la continuidad financiera de la compañía".
El Gobierno calificó la decisión de la empresa como "devastadora" para la Región del Biobío, acusando una "acción irresponsable" de Huachipato y de Molycop.
