El nuevo documental "Controlling Britney Spears" –realizado en colaboración con FX, Hulu y The New York Times– arroja luz con respecto a los grados de control a los que llegó el propio padre de la artista, Jamie Spears, durante la tutela que ha ejercido sobre ella durante 13 años.
Fue un miembro del grupo de seguridad de la artista, Alex Vlasov, quien relató que el hombre le pidió una extraña solicitud: que le pusiera "control parental" al nuevo iPhone que la cantante quería adquirir.
"Britney quería tener un iPhone... Y eso fue una gran cosa", dijo Vlasov, quien trabajó en una compañía de seguridad desde 2012 hasta 2021.
El jefe del funcionario, Edan Yemini se le acercó y le preguntó: "¿Hay algún servicio de monitoreo para un iPhone que conozcas?' Y yo le dije: '¿Qué quieres decir?' Y él me preguntó: 'Bueno, controles parentales. ¿Hay alguna forma de poner controles parentales en un iPhone?", le pidió en esa oportunidad.
Vlaslov explicó que inmediatamente le preguntó a Edan Yemini sobre la legalidad del asunto, quien le respondió que era por "su propia seguridad y su protección", le explicó.
Finalmente lo que hicieron fue no contratar los servicios, sin embargo, el equipo adquirió un iPad –que estaba conectado a la cuenta de iCloud de la intérprete de "Toxic"– para vigilar toda la actividad de Britney Spears.
Esto incluye llamadas, mensajes de texto, su historial de búsqueda en internet e incluso las fotos de la vocalista.
El nuevo abogado de Britney Spears, Mathew Rosengart la defendió declarando que "interceptar o monitorear las comunicaciones de Britney, especialmente las comunicaciones sacrosantas entre abogado y cliente, representa una vergonzosa e impactante violación de sus derechos de privacidad y libertades civiles", afirmó.
Mientras que la abogada de su progenitor, Vivian Lee Thoreen, afirmó que "las acciones se realizaron con el conocimiento y consentimiento de Britney, su abogado designado por el tribunal y/o el tribunal", dijo.