El riesgo país de Argentina superó los 1.900 puntos básicos por las dudas sobre la capacidad del país de cumplir con las condiciones del acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en un contexto internacional en que los inversores buscan activos de refugio y evitan los de riesgo.
El indicador que mide la diferencia entre lo que pagan los bonos del Tesoro de EEUU contra los de Argentina, que abrió este martes en 1.936 puntos básicos, el mayor nivel desde marzo pasado, que en los hechos significa que el país suramericano tiene cerrado el mercado de deuda pese a haber realizado una reestructuración de la deuda privada en 2020 y haber firmado un acuerdo con el FMI en marzo pasado.
"El acuerdo con el FMI no funcionó como un ancla para las expectativas ni como una garantía para el regreso a los mercados voluntarios de crédito" y "las paridades de los bonos Globales argentinos promedian 30 centavos, y son las más bajas desde el canje de deuda de 2020", dijo el jefe de Estrategia de GMA Capital, Nery Persichini.
"Si bien el programa con el FMI parecía laxo en término de las metas, el deterioro macro, con la inflación más alta en 30 años, complicaría cumplir con las exigencias de déficit fiscal, asistencia monetaria y acumulación de reservas", explicó Persichini.
El experto agregó que la crisis política dentro de la coalición de gobierno "induce dosis extra de incertidumbre", en referencia a las diferencias entre el presidente argentino, Alberto Fernández, y el ala kirchnerista conducida por la vicepresidenta y expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), sobre la política económica.
Argentina firmó un acuerdo de facilidades extendidas con el FMI en marzo pasado, que le permite refinanciar deudas por cerca de los 45.000 millones de dólares e implica aplicar políticas fiscales y monetarias con el objetivo de reducir los desequilibrios económicos del país suramericano.
El acuerdo establece una reducción gradual del déficit fiscal primario, desde el equivalente al 3% del PIB en 2021, al 2,5% este año, el 1,9% en 2023 y el 0,9% en 2024, una asistencia monetaria por parte del Banco Central al Tesoro pase del equivalente del 3,7% del PIB en 2021 al 1% este año, así como aumentar las reservas internacionales netas en 5.800 millones en 2022.
Sin embargo, el mercado pone en duda que Argentina pueda cumplir con las metas acordadas.
El propio FMI admitió que podría revisar los supuestos del programa por los nuevos shocks en la economía global, lo que se espera que afecte la tasa de inflación esperada en el programa a un rango del 38-48% en 2022, que ya quedó desactualizada con el 58% interanual que alcanzó en abril pasado.