Aplaudido por simpatizantes, el presidente boliviano enfrenta la agitación social y la amenaza de Santa Cruz, departamento que anunció un gobierno autónomo.
El presidente de Bolivia, Carlos Mesa, llamó este sábado a la unidad del país, ante las amenazas separatistas de la región de Santa Cruz, y anunció que cumplirá su mandato, que concluye en 2007, en respuesta a los grupos que ponen en duda su gestión.
"Quiero que ustedes apuesten por la unidad de Bolivia hoy más que nunca, conmigo, por supuesto", dijo el mandatario ante un centenar de seguidores en la Plaza Murillo de la ciudad de La Paz, donde se encuentran las sedes del Ejecutivo y el Legislativo.
Tras agradecer el respaldo de los ciudadanos, que corearon las consignas "Mesa, amigo, Bolivia está contigo" y "Mesa es unidad", el jefe de Estado boliviano reiteró su intención de permanecer en el poder.
"En ningún momento pasó por mi cabeza el dejar la presidencia", afirmó el mandatario.
Las palabras del gobernante contrastan con la advertencia que ha realizado en varias ocasiones desde que llegó al poder en octubre 2003 sobre su posible salida de la presidencia si se produce algún muerto en las protestas callejeras.
Bolivia vive en las últimas horas sumida en la incertidumbre generada por la determinación de la región más grande y rica del país, Santa Cruz, de proclamar su autonomía con la formación de un gobierno propio la próxima semana. (EFE)
