Un collar de flores, honores militares y miles de personas en las calles fueron testigos del retorno, minutos antes de la medianoche, del presidente Evo Morales a Bolivia.
Terminaba así una larga travesía que había comenzado 30 horas antes en Moscú, y que tras la negativa del permiso para aterrizar en varias naciones europeas lo tuvo durante 13 horas en Austria. Las Islas Canarias y Brasil fueron sus dos últimas escalas técnicas antes de descender del avión presidencial y recibir la bienvenida de las altas autoridades castrenses.
En su discurso, sin mencionar a Chile, Morales destacó la solidaridad latinoamericana, agregando que nunca pudo entender cómo le daban un mal trato a un avión presidencial.
Durante la pasada jornada ningún representante de La Moneda se refirió a este tema. Sólo se emitió desde la Cancillería un comunicado lamentando, rechazando y pidiendo aclaración de lo ocurrido.
Representantes de la oposición como Marco Enríquez-Ominami y Jorge Pizarro pedían una reacción más enfática, en línea con la actitud que tuvieron los mandatarios de Venezuela, Ecuador y Argentina.
La actitud del Ejecutivo de Sebastián Piñera fue considerada, en cambio, "suficiente" por el senador de la UDI Hernán Larraín.
"Me parece absolutamente suficiente un comunicado y adherirar a alguna declaración que Unasur pudiera emitir en forma clara para poder transmitir por esa vía una reacción uniforme, compartida, consensuada, de los países de América del Sur respecto de estos hechos", dijo Larraín.
De esta forma se transmite "no solamente al presidente boliviano la adhesión y solidaridad, sino que a los países europeos que han incurrido en este agravio nuestra profunda molestia", estimó el legislador, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
No al ditirambo
En esta misma línea se manifestó el analista internacional José Rodríguez Elizondo: "Evo Morales no ha sido el mejor vecino del mundo. Ha tratado de mentiroso y ha insultado al Presidente de Chile", recordó.
A juicio de experto, "eso amerita una actitud de atenerse a los principios, pero manteniendo siempre la distancia con respecto a las provocaciones que ha venido haciendo Evo Morales".
"El cuadro que yo visualizo como el mejor posible es el solidarizar con el presidente o jefe de Estado de Bolivia y, por lo tanto, con Bolivia, respecto a al falta de respeto, pero llegar nada más que hasta ahí", indicó Rodríguez Elizondo.
A su juicio hay que evitar "caer en todos estos excesos ditirámbicos que suelen tener las solidaridades retóricas de América Latina".
En definitiva, pese a los intentos de Venezuela, Argentina y Ecuador, Unasur no convocó a una cumbre extraordinaria de jefes de Estado para analizar lo ocurrido en Europa.
Evo sí tendrá hoy un acto de desagravio en la ciudad de Cochabamba al que se espera asistan, por decisión propia, los presidentes Rafael Correa, José Mujica, Nicolás Maduro y Cristina Fernández.