Los bancos brasileños se comprometieron a negarle créditos a empresas productoras, procesadoras o exportadoras de carne bovina que compren ganado en áreas desforestadas ilegalmente en la Amazonía, informó este martes la patronal del sector financiero.
El compromiso forma parte de una nueva regla aprobada por el Consejo de Autorregulación de la Federación Brasileña de los Bancos (Febraban) para ayudar en el combate a la deforestación en la mayor selva tropical del mundo en Brasil, el mayor productor y exportador mundial de carne bovina.
"El nuevo reglamento establece una asociación y un protocolo común para la gestión del riesgo de la deforestación ilegal en las operaciones de crédito con empresas procesadoras y exportadoras de carne bovina", informó Febraban en un comunicado.
Según la nota, los bancos que se comprometan con la autorregulación tendrán que exigirle a los clientes del sector y que aspiren a créditos que implanten un sistema de rastreo y monitoreo que les permita demostrar que no adquirieron reses criadas en áreas desforestadas ilegalmente.
El sistema de rastreo será obligatorio a partir de diciembre de 2025 para las empresas del sector que aspiren a créditos.
La decisión fue anunciada tras la aprobación en abril de una norma por la que el Parlamento Europeo veta a los países integrantes de la Unión Europea la importación de productos procedentes de áreas desforestadas ilegalmente, principalmente de carne, soja, madera, aceite de palma o de soja y caucho.
De acuerdo con la Febraban, pese a que los bancos asumen voluntariamente las reglas de su Consejo de Autorregulación, pueden ser sancionados en caso de que se comprometan y no cumplan.
"Los bancos, que están en el epicentro de las cadenas productivas del país, estimularán acciones para desarrollar una economía cada vez más sustentable. El sector es consciente de que es necesario avanzar en la gestión y en la mitigación de los riesgos sociales, ambientales y climáticos en los negocios con sus clientes", afirmó el presidente de Febraban, Issac Sidnye, citado en el comunicado.
La patronal recordó en su nota que la Amazonía es el ecosistema brasileño más afectado por la deforestación, con cerca del 60% de su área destruida hasta 2021, y que la mayor parte de la devastación (el 95%) es realizada ilegalmente.
Igualmente recordó que la Amazonía perdió en 2022 unos 11.600 kilómetros cuadrados de cobertura vegetal, la segunda mayor área destruida desde 2008.
Según Febraban, la deforestación y la degradación de los suelos representan el 45% de las emisiones de gases contaminantes de Brasil. "Eliminar la deforestación ilegal representa, por lo mismo, uno de los principales desafíos ambientales y climáticos del país", afirmó la patronal.