Brasil recordó este miércoles un nuevo aniversario del golpe de Estado de 1964 en medio de turbulencias políticas, pero con garantías oficiales de que el reciente relevo en la cúpula militar no implica riesgos para la democracia.
"Nada cambia", afirmó tajante en Brasilia el vicepresidente y general retirado, Hamilton Mourao, refiriéndose al relevo de los tres máximos comandantes de las Fuerzas Armadas, el martes, que siguió al cambio del titular del Ministerio de Defensa, un día antes.
El 31 de marzo de 1964 quedó instalado un régimen militar en Brasil que se prolongó por 21 años a raíz de movimientos en los cuarteles y a la salida de Brasilia del presidente Joao Goulart, que a su vez había reemplazado al gobernante renunciante, Janio Quadros.
El aniversario de este año es el tercero que se recuerda con el ultraderechista Jair Bolsonaro instalado en la Presidencia de Brasil, que entre las cosas que ha destacado ha sido su añoranza hacia esa época dictatorial.
Sin embargo, a diferencia de otras fechas, Brasil llega a este 31 de marzo en medio de preocupaciones en los cuarteles que estallaron cuando se conoció el lunes que el ministro de Defensa, general Fernando Acevedo e Silva, había sido reemplazado en el cargo.
La salida de Acevedo e Silva, calificada oficialmente como una "sustitución" aunque versiones extraoficiales hablan abiertamente de una destitución, se produjo poco después de que anunciara su renuncia el ministro de Exteriores, Ernesto Araújo.
Esos dos relevos, que se unieron a otros cuatro cambios en el gabinete ministerial de Bolsonaro, derivaron el martes en la "sustitución" de los jefes del Ejército, de la Fuerza Aérea y de la Armada, sin muchas explicaciones oficiales al respecto.
Sin embargo, el vicepresidente Mourao intentó restar importancia a estos relevos, a pesar de que son los primeros que se conocen en varias décadas fuera de un cambio presidencial, lo que se une a la crítica situación que vive el país por la pandemia de coronavirus.
Los jefes de las fuerzas armadas pueden ser reemplazados en cualquier momento
Los jefes castrenses, aseguró Mourao, "pueden ser reemplazados en cualquier momento" por el presidente, de la misma forma que hace con los ministros. Según el vicepresidente, esos cambios forman parte de la "legalidad, legitimidad y estabilidad" política.
"Esto no es un problema; quien asuma el mando de las Fuerzas (Armadas) mantendrá la misma forma de actuar", agregó.
Bolsonaro, por su parte, no hizo ningún comentario a la fecha que se recuerda hoy ni a los cambios en la cúpula militar al comparecer ante los periodistas para hablar sobre las políticas oficiales para enfrentar la pandemia de coronavirus.
El año pasado, en el aniversario anterior, Bolsonaro, un capitán de la reserva del Ejército, se refirió a esta fecha como un "gran día de la libertad", dejando clara su valoración sobre la dictadura militar que soportó Brasil durante 21 años.
Nuevo ministro de Defensa: el golpe de Estado debe entenderse y celebrarse
Sí se refirió a la fecha, sin embargo, el nuevo ministro de Defensa, general en la reserva Walter Braga Netto, mediante una "Orden del Día Alusiva al 31 de marzo de 1964".
"El Movimiento de 1964 es parte de la trayectoria histórica de Brasil. Por lo tanto, los hechos de ese 31 de marzo deben entenderse y celebrarse", dice el texto, muy similar en su contenido a las notas oficiales de ese Ministerio difundidas en fechas previas.
Y al igual que en otras ocasiones, partidarios de Bolsonaro se manifestaron en distintos lugares, incluidas Brasilia y Río de Janeiro, con la participación de centenares de personas que asistieron con una profusión de banderas nacionales.
En Brasilia algunos de estos manifestantes acosaron y amenazaron a los fotógrafos que cubrían el acto, incluyendo uno de Efe, y les intentaron impedir que hicieran tomas de su celebración.
En su editorial de hoy, el influyente diario O Globo de Río de Janeiro descartó que existan indicios de que los militares acepten dejar de ser sometidos a la Constitución y la democracia "para embarcarse en cualquier aventura en la delirante fantasía bolsonarista".
"Quizás inspirado por el líder venezolano, Hugo Chávez, (Bolsonaro) parece apuntar a una mezcla de Gobierno y Fuerzas Armadas en el poder. Es la receta de la tragedia", sostiene O Globo al recordar en su editorial este aniversario.