Rousseff detalló las torturas sufridas entre 1970 y 1973.
Este domingo se divulgó una entrevista concedida al Consejo de Derechos Humanos de Minas Gerais en 2001.
Una entrevista concedida por la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, al Consejo de Derechos Humanos de Minas Gerais en 2001, fue divulgada este domingo por los diarios Correio Braziliense y O Estado de Minas, en donde la mandataria relata las torturas sufridas durante la dictadura a causa de su militancia política.
Según 
los relatos, la mandataria aseguró fue sometida a largas sesiones de electroshocks durante los tres años que pasó detenida.
Rousseff también sufrió azotes, fue golpeada hasta que le arrancaron un diente, además de sufrir amedrentamientos psicológicos como la simulación de un fusilamiento, según los diarios.
La entrevista concedida al Consejo de Derechos Humanos de Minas Gerais, constata lo sufrido por la actual mandataria carioca entre los años 1970 y 1973, cuando fue detenida y condenada por un tribunal castrense como militante de un grupo de izquierdas que luchaba contra el régimen militar, régimen que duró desde 1964 hasta 1985.
Tres años presaEn la declaración, la jefa de Estado dijo que a veces no sabía si los interrogatorios "de larga duración" tenían lugar de día o de noche.
Los torturadores "experimentados" solían atarla cabeza abajo en un palo para después aplicarle cargas eléctricas, un método de tortura que "no deja rastro, solo te mina", según las palabras de Rousseff recogidas por los diarios.
"Estuve presa tres años. El estrés es feroz, inimaginable. Descubrí, por primera vez, que estaba sola. Encaré la muerte y la soledad. Me acuerdo del miedo cuando mi piel tembló. Hay un lado que nos marca el resto de la vida", afirmó Rousseff.
La actual mandataria dijo que las marcas de la tortura "hacen parte" de ella misma y consideró que cambia a las personas para siempre.
Las sesiones de torturas fueron realizadas en el Destacamento de Operaciones de Informaciones-Centro de Operaciones de Defensa Interna (DOI-CODI) de Sao Paulo, el principal órgano de represión y tortura que actuó principalmente contra organizaciones de izquierda, una situación que se repitió en la dictadura militar chilena y en la de otros regímenes autoritarios de la región.
