El presidente de Brasil, Michel Temer, dio señales de estar reculando su decisión de no ir a reelección y manifestó estar evaluando la posibilidad de darle continuidad a su gobierno y ser candidato en los comicios presidenciales de octubre próximo.
"Creo que sería una cobardía no ser candidato", sostuvo el jefe de Estado, quien este mes admitió por primera vez la posibilidad disputar la carrera electoral, en una entrevista publicada el sábado en la revista Istoé, pese a que hace unas semanas lo había descartado.
Desde que asumió la Presidencia brasileña, en mayo de 2016 para sustituir a la destituida Dilma Rousseff, de quien era vicepresidente, Temer había dicho que no pretende intentar la reelección y que su intención es dejarle a su sucesor el país con las cuentas públicas saneadas y listo para crecer de forma sustentable por varios años.
No obstante, el líder del partido del conservador Movimiento Democrático Brasileño ha ido suavizando su postura en las últimas semanas y "de un mes y medio hacia aquí" ha dejado abierta la posibilidad de postularse.
"Al principio creíamos que alguien sería candidato del Gobierno con esa misión de defender el Gobierno. Ahora, si nadie va a defender al Gobierno, a dar continuidad a lo que hicimos, yo mismo lo hago", expresó.
"Es natural que quien preside una nación dispute la reelección", dice, graficando que "desde que fue creada (la norma), todos la disputaron".
"Recuperé un país que estaba siendo quebrado"
En esa línea, apunta que si su gobierno "hubiese sido destructivo para el país, yo mismo reflexionaría que no es para continuar". Pero no es el caso, subraya: "Por el contrario, recuperé un país que estaba siendo quebrado".
No obstante, en caso de confirmarse su candidatura, Temer enfrentaría una disputa electoral con una bajísima popularidad que el mandatario justifica al hecho de "no adoptar ninguna medida populista" durante su Gobierno. No obstante, considera "necesario divulgar más lo que se hizo: la población lo reconoce, pero todavía no hay una conexión con mi persona".
En la entrevista, el presidente volvió a rechazar las acusaciones de corrupción que han sido vertidas en su contra y negó haber recibido sobornos de una empresa portuaria a cambio de la firma de un decreto que beneficiaba a la compañía, un caso por el que está siendo investigado: "Intentaron derribarme tres veces, esta es la tercera ola de acusaciones".