Rousseff prometió "un proyecto para el país" donde espera contar "con todos los brasileños"

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Autor: Cooperativa.cl

Candidata presidencial descartó que Lula da Silva vaya a ser parte de su gabinete.

Segunda vuelta de los comicios se realizará este domingo.

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La candidata Dilma Rousseff, favorita para ganar las elecciones del domingo en Brasil, dijo esta jornada que en caso de que se confirme su victoria gobernará "para todos" y que "nada" la separará del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

ImagenAntes de iniciar una caravana de automóviles para recorrer la ciudad de Belo Horizonte y tener su último contacto con los electores, la candidata del Partido de los Trabajadores (PT) dijo que llega al momento culminante del proceso "con el alma lavada".

La ex ministra de la Presidencia, que por primera vez postula a un cargo electivo, aseguró que si las urnas confirman lo que aseguran todos los sondeos gobernará "para todos" y tendrá una relación "republicana" con la oposición que encabeza el Partido de la Social Democracia (PSDB), del candidato José Serra.

Aseguró que, a pesar de la virulencia que tuvo por momentos la campaña, no guarda "rencores" de sus adversarios políticos y afirmó que, a partir del lunes próximo, sólo habrá "un proyecto para el país" y que espera contar "con todos los brasileños" para llevarlo adelante.

Consultada sobre el papel que Lula podría tener en su eventual Gobierno, Rousseff indicó que "obviamente" no ocupará un cargo en su gabinete, pero aseguró que "nada me separará" de quien fue su mentor político y la impuso como abanderada presidencial del PT.

En la primera vuelta del pasado día 3, la candidata del PT ganó con un 46,9 por ciento, pero no superó la mayoría preceptiva y fue obligada a disputar la segunda ronda que se celebrará mañana frente a Serra, quien entonces obtuvo un 32,6 por ciento.

Debate con baja audiencia

En la noche del viernes se realizó el último debate presidencia que fue transmitido por O'Globo, la cadena más grande del país, sin embargo, obtuvo bajos niveles de audiencia, lejos de lo esperado.

Rousseff y Serra, se esmeraron en ofrecer su cara más amable en el último debate, siguiendo la estrategia de suavizar su imagen y pasar página a una campaña salpicada de ataques y constantes golpes bajos por parte de ambas formaciones.

En su alocución final, Rousseff admitió que la campaña fue "dura" y dijo no guardar rencor por las "calumnias" dirigidas contra ella, a la vez que pidió el voto para encabezar un Gobierno que se centre "en las personas y no en números, en el cemento o en el ladrillo".

Por su parte, Serra, aunque defendió el "fortalecimiento" de los subsidios a los pobres, también abogó por crear "mecanismos" para que en un tiempo "se libren de la necesidad" de estas ayudas.

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