Las autoridades brasileñas evacuaron este viernes a cientos de personas en dos municipios del estado brasileño de Minas Gerais, ante el riesgo de rotura de nuevas represas mineras, tras el colapso en enero pasado en Brumadinho que dejó -hasta el momento- 157 muertos y 182 desaparecidos.
La primera de las acciones tuvo lugar en la localidad de Barao de Cocais, a unos cien kilómetros de la capital regional, Belo Horizonte, donde cerca de 500 personas de distintos barrios fueron desalojados de sus casas.
La evacuación fue determinada por la Agencia Nacional de Minería (ANM), después de que una consultoría negase el atestado de seguridad de la represa "Sur Superior", en la mina Gongo Soco, propiedad del gigante minero Vale.
La compañía destacó, sin embargo, que la decisión es preventiva y que es consecuencia de las inspecciones que está realizando en las represas de la zona, después de la catástrofe de hace dos semanas.
También informó que implementará un equipo con capacidad para detectar cualquier "movimiento milimétrico" en la estructura y que "consultores internacionales" realizarán una evaluación de la estructura el próximo domingo.
La represa "Superior Sur", construida a partir de los propios residuos mineros y de la tierra de alrededor -mismo método con el que se levantó la de Brumadinho, también en el estado de Minas Gerais- se encuentra entre las diez que Vale afirmó que pretende eliminar.
Por otro lado, cerca de 50 familias del municipio de Itatiaiuçu, situado a unos 80 kilómetros de Belo Horizonte, también fueron evacuadas de sus casas durante la madrugada y trasladadas a un hotel en el interior del estado.
El motivo fue el riesgo de colapso de otra represa próxima de esa localidad y propiedad de la productora de acero ArcelorMittal. De acuerdo con el Cuerpo de Bomberos de Minas Gerais, la situación está bajo control.