Los reguladores estadounidenses aprobaron por primera vez la producción y venta de pollo creado en un laboratorio a partir de células animales, lo que abre la puerta a la comercialización de carne cultivada en estos recintos en todo el país.
En concreto, el Departamento de Agricultura dio luz verde a las empresas Upside Foods y Good Meat, ambas de California, para ser sometidas a las inspecciones federales que permiten la venta de carne y pollo en EE.UU.
Hace meses, la Administración de Alimentos y Fármacos estadounidense (FDA, en inglés) ya declaró que los productos de las dos compañías son seguros para el consumo, aunque según los medios estadounidenses, todavía pueden pasar años antes de que los consumidores encuentren este tipo de carne en las tiendas.
En primer lugar, las compañías planean aliarse con restaurantes de lujo para ofrecer sus productos, que son mucho más caros de fabricar que el pollo tradicional.
Las dos empresas californianas celebraron la decisión y aseguraron que la carne producida en laboratorios ayudará a crear una industria alimentaria más sostenible.
"En vez de todo ese terreno y ese agua que se usa para alimentar a todos esos animales que después son sacrificados, podemos hacer las cosas de manera distinta", dijo a la cadena ABC el director ejecutivo de Eat Just, la empresa que opera Good Meat.
Los productos de esta compañía ya se pueden encontrar en Singapur, el primer país en permitir la venta de carne creada en laboratorios.
A pesar del novedoso proceso, que implica el cultivo de carne en tanques de acero a raíz de células animales, el producto resultante no es un sucedáneo del pollo, como las alternativas veganas hechas a base de plantas, sino pollo real.
CARNE PRODUCIDA CON BIOTENOCNOLOGÍA EN CHILE: EL CASO DE LUYEF
Según The New York Times, hay unas 100 compañías en el mundo dedicadas a la producción de carne en laboratorios.
En Chile, desde el año 2019 la startup Luyef crea carne de manera sustentable con biotecnología molecular, buscando desarrollar un producto capaz de competir en el mercado con la calidad suficiente en cuanto a sabor y textura.
De esta forma, crearon Tamee, un ingrediente que se agrega a productos plant-based y los hace idénticos sensorialmente a la carne convencional.
Kris Blenchard, ingeniero en biotecnología, CEO y cofundador de la startup, dijo a Cooperativa Ciencia que "nuestro público final al cual nuestros clientes van a satisfacer -nuestros clientes son otras empresas- no son el público vegano, no son el público vegetariano. Nosotros a lo que apuntamos es a desarrollar tecnología que pueda convencer a los carnívoros".