El presidente Barack Obama anunció un plan que, se estima, que podría proteger de la deportación a unos cinco millones de indocumentados, en una alocución en la que explicó su esperado decreto sobre política migratoria.
"Nuestro sistema migratorio está dañado y todo el mundo lo sabe. Así ha sido por décadas. Y por décadas no hemos hecho mucho al respecto", empezó diciendo Obama.
"Este trato no aplica a quien haya venido a este país recientemente. No aplica a quien pueda venir a EE.UU. ilegalmente en el futuro. No otorga la ciudadanía, o el derecho a quedarse permanentemente, ni ofrece los mismos beneficios que reciben los ciudadanos. Sólo el Congreso puede hacer eso. Todo lo que estamos diciendo es que no los vamos a deportar".
El mandatario reconoció que se trata de una decisión politicamente delicada y salió al paso de quienes aseguran que está abusando de sus atribuciones presidenciales.
"Aunque somos una nación de inmigrantes, también somos una nación de leyes. Trabajadores indocumentados violaron nuestras leyes migratorias, y creo que deben ser responsables por lo que han hecho, especialmente aquellos que pueden ser peligrosos".
Los beneficiados
Aunque Obama no ofreció datos específicos sobre las personas o los casos que quedarán amparados por las nuevas medidas, ni un plazo para su puesta en práctica, unas horas antes funcionarios de la Casa Blanca habían dado algunos detalles a la prensa.
Los principales beneficiarios del anuncio serán inmigrantes indocumentados que llevan más de cinco años en Estados Unidos y que tienen hijos que son ciudadanos del país o residentes legales, que demuestren que llevan en el país desde antes del primero de enero de 2010 y no tengan antecedentes criminales.
Según el proyecto, estos indocumentados evitarán la deportación por tres años y obtendrán un permiso de trabajo.
Asimismo, el presidente Obama anunció que reforzará la seguridad en la frontera sur, facilitará que ciertos trabajadores altamente cualificados permanezcan en el país y ampliará su programa de 2012 conocido como DACA que posponía la deportación para jóvenes indocumentados que hubieran llegado de niños.
Según se informó, el programa DACA ahora aplicará a personas que llegaron antes de 2010. Anteriormente sólo era aplicable a personas que habían llegado antes de 2007.
Sin embargo, millones más quedarán en un limbo legal, porque aunque no verán resuelta su condición legal no correrán riesgo de ser deportados gracias a los nuevos lineamientos que se pondrán en práctica.
Oposición republicana
Representantes del Partido Republicano han manifestado su oposición a la medida, que algunos consideran que sobrepasa las facultades del poder ejecutivo, y prometen derrotarla con acciones legales y legislativas.
Obama explicó que el plan contempla el refuerzo de la seguridad en la frontera, uno de los puntos que la oposición ha exigido para considerar cualquier reforma de las leyes migratorias.
El presidente se refirió a la frustrada iniciativa bipartidista para reformar el sistema que fue aprobada en el Senado el año pasado, pero no logró superar la Cámara de Representantes, lo que, según ha dicho el gobierno, fue lo que forzó al presidente a adoptar medidas unilaterales.
"Sé que algunos de los críticos de esta acción la llaman amnistía. No lo es. Amnistía es el sistema que tenemos hoy: millones de personas que viven aquí sin pagar sus impuestos o cumplir con las reglas, mientras que los políticos usan esto para asustar al pueblo y buscar votos en tiempos de elección", aseguró Obama.