El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, subrayó este domingo en Seúl la "provocación" que supone el último ensayo de misiles realizado por Corea del Norte.
Pence aterrizó en la base aérea de Osan para dar inicio a un viaje de tres días que tiene como objetivo principal tratar la crisis abierta con el régimen de Pyongyang y sus continuas pruebas de armas de destrucción masiva.
Poco antes de que el Air Force Two tocara tierra, Corea del Norte trató de lanzar sin éxito desde la localidad de Sinpo un misil balístico que aparentemente estalló poco después de ser disparado.
"La provocación de esta mañana del Norte es simplemente el último recordatorio de los riesgos que encara cada uno de ustedes cada día", dijo Pence ante un grupo de militares estadounidenses durante una cena celebrada con motivo del Domingo de Pascua en la base militar de Yongsan, en la capital surcoreana.
Pence también quiso destacar el compromiso de su gobierno con la alianza militar existente con Corea del Sur, país por el que tomó parte en la Guerra de Corea y afirmó durante la cena que "esta alianza histórica" es más ahora fuerte que nunca.
El número dos de la administración Trump se reunirá mañana con el presidente surcoreano en funciones, Hwang Kyo-Ahn, y se espera que analicen maneras de presionar a Pyongyang para que abandone su programa nuclear y de misiles mediante una mayor presión diplomática y sanciones aún más endurecidas.
Trump hizo guiño a China por problema norcoreano
El presidente Donald Trump escribió este sábado su habitual serie de mensajes en Twitter, pero en ninguno se refirió directamente al lanzamiento fallido norcoreano, que anunciaron portavoces del ministerio de Defensa de Corea del Sur y confirmó el Pentágono.
Lo que sí hizo es justificar el no haber declarado a China manipulador de moneda, como prometió en su campaña: "¿Por qué llamaría a China un manipulador de moneda cuando ellos están trabajando con nosotros en el problema norcoreano? ¡Veremos qué pasa!", escribió.
En tanto, un asesor de la Casa Blanca explicó a la comitiva que viaja con Pence que Washington dispone "de una gama de opciones tanto militares como diplomáticas y de otro tipo" para lidiar con los avances armamentísticos norcoreanos y aseguró que de momento EE.UU. no baraja reintroducir armas atómicas en Corea del Sur, de donde las retiró en 1991.
A este panorama de gran tensión, se une la posibilidad de que el régimen de Kim Jong-Un decida realizar una prueba atómica -fotos recientes indican que todo está listo en su base nuclear para ejecutar una- en los próximos días.