Miles de personas acudieron este sábado a una manifestación en Estambul, convocada por el socialdemócrata CHP, líder de la oposición en Turquía, contra lo que consideran un creciente autoritarismo del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Los manifestantes protestaron contra la sentencia a casi cinco años de cárcel confirmada la semana pasada contra Canan Kaftancioglu, presidenta del CHP en Estambul, por "insultos a altos cargos", que será recurrida ante el Constitucional.
La protesta estaba convocada inicialmente para la ciudad de Bursa como parte de una serie de actos contra lo que el CHP califica de "autocracia" de Erdogan, cuyo partido islamista AKP gobierna desde 2003, pero fue trasladada a Estambul tras conocerse la sentencia.
"Que nadie desespere, el dominio de los bandidos está terminando. Queda muy poco tiempo, no se preocupen, nos abrazaremos en las plazas libres, en las universidades, en las calles de este país", prometió a los asistentes Kemal Kiliçdaroglu, presidente del CHP.
Kiliçdaroglu será, con mucha probabilidad, el candidato de un frente de varios partidos opositores en las elecciones presidenciales previstas para el próximo año en Turquía.
"Derechos, ley y justicia" fue uno de los lemas más coreados por la multitud, que llegó desde distintas regiones de Turquía.
Fuentes de la organización señalaron que la Policía había cifrado en 400.000 el número de participantes, aunque no ha habido una comunicación oficial al respecto.
El vicepresidente del CHP, Seyit Torun, aseguró a Efe que la protesta no es solo "contra la injusticia hacia Kaftancioglu, hay otros encarcelados por decisiones políticas". Además, señaló que la concentración "marca el comienzo de nuestra marcha hacia una república democrática que acabe con el Gobierno unipersonal de Erdogan", dijo.
Kaftancioglu fue condenada a nueve años y ocho meses de cárcel en junio de 2020 por varios mensajes en las redes sociales escritos durante las masivas protestas antigubernamentales de 2013.
Las acusaciones abarcaban desde "acusar a un funcionario en ejercicio de sus funciones", "insultar públicamente el Estado de Turquía" e "insultar al presidente" hasta "hacer propaganda por la organización terrorista PKK (el proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistan, la guerrilla kurda de Turquía) e "incitar al odio en la sociedad".
El Tribunal Supremo no ha encontrado pruebas para las últimas dos acusaciones, pero mantiene las primeras tres, por lo que fijó la condena en cuatro años y once meses de cárcel.