El Ejército ruso completó su retirada del norte de la anexionada región ucraniana de Jersón, anunció Ígor Konashénkov, vocero del Ministerio de Defensa de Rusia.
"Hoy, a las cinco de la mañana hora de Moscú (23:00 horas en Chile), en el frente de Jersón concluyó el traslado de las unidades rusas a la margen izquierda del río Dniéper", dijo el general ruso en su parte diario.
Konashénkov precisó que "ni una sola pieza" militar ha sido abandonada en la margen derecha del río que divide la región y baña la homónima capital regional.
En septiembre pasado, el Ejército ruso fue muy criticado por replegarse apresuradamente de la región oriental de Járkov dejando tras de sí una gran cantidad de armamento y vehículos militares.
Los soldados rusos que se retiraron del norte de Jersón fueron desplegados en las posiciones defensivas erigidas anteriormente en el margen izquierda del río, señaló.
El general destacó que las tropas rusas no sufrieron ninguna baja durante el repliegue, aunque acusó a Kiev de atacar durante la noche con cinco misiles HIMARS los pasos a través del río.
A la vez, explicó que la artillería y la aviación rusa han detenido a las fuerzas ucranianas a unos 30-40 kilómetros de la orilla del Dniéper, tropas que en las últimas 48 horas han avanzado algo más de 10 kilómetros.
¿INCAPACIDAD MILITAR O EMBOSCADA?
El comandante de las fuerzas rusas que combaten en Ucrania, Serguéi Surovikin, anunció este miércoles la retirada de Jersón, considerada la mayor derrota sufrida por Moscú desde el inicio de la campaña militar en febrero.
El motivo es la incapacidad de las tropas rusas de garantizar la defensa de ese territorio, anexionado hace mes y medio, ante la superioridad numérica del enemigo.
Las autoridades ucranianas han reaccionado con escepticismo a la noticia, aduciendo que el repliegue podría ser, en realidad, una emboscada, mientras medios internacionales apuntaron que la batalla por el control de la ciudad de Jersón aún no ha terminado.
"El enemigo no nos regala nada (...). Todo esto lo logramos luchando", dijo el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
A su vez, Konashénkov aseguró que Rusia ha evacuado a todos los civiles -más de 115.000- que han decidido abandonar la margen derecha del Dniéper, el río más grande de Ucrania.
Aunque las autoridades prorrusas de la capital regional estiman que el número de personas que aún permanecen en la urbe son entre 80.000 a 100.000.