Ex ministra ucraniana fue condenada a siete años de prisión e inhabilitada para ejercer cargos públicos.
Eugenia Karr sostiene que su madre sigue siendo fuente de energía y fuerza para toda su familia.
Yulia Timoshenko, ex primera ministra ucraniana condenada a siete años de prisión e inhabilitada para ejercer cargos públicos durante tres años, ni se plantea dejar la vida pública, reveló su hija, Eugenia Karr, en una entrevista publicada por el semanario ruso "Ogoniok".
"No podrá (dejar la política). Sin esto su alma se marchitará. Además, Ucrania no tiene a otra persona que pueda ayudar (al país) en este momento. Esto ya no lo digo como hija, sino como ciudadana. Que avance hacia su objetivo. Así se sentirá feliz", dijo Karr a la prestigiosa publicación rusa.
La líder opositora ucraniana, que según el tribunal dio instrucciones para la firma de acuerdos gasísticos con Rusia que supusieron pérdidas cerca 200 millones de dólares para el consorcio nacional de gas de Ucrania, fue declarada culpable del delito de abuso de poder la semana pasada.
Toda la familia de Timoshenko, también su hija, que forma parte de su equipo de abogados, ha permanecido al lado de la ex jefa de Gobierno de Ucrania, en prisión desde el pasado 5 de agosto.
Karr sostiene que su madre sigue siendo fuente de energía y fuerza para toda su familia.
"Ya lleva dos meses en prisión, pero nos sigue dando fuerzas y energías para superar todo esto. Me parece que no le teme a nada. Nosotros, su familia y colegas, tenemos miedo de lo que pueda pasar ahora, después de la sentencia, pero hacemos todo lo posible para que ella no se de cuenta", dijo la hija de la política condenada.
Karr calificó de "horribles" las condiciones en las que vive su madre en la prisión preventiva de Lukyánovkaya y negó que Timoshenko se esté beneficiado de réditos políticos por su estancia en la cárcel a pesar de que su popularidad, desde su arresto, no ha dejado de crecer tanto en Ucrania como en el exterior.
"Desde fuera puede parecer que no le importa. Pero pruebe pasar un sólo día en una celda de castigo con rejas en las ventanas. Una dura prueba incluso para hombres fuertes y sanos. Hace frío, no hay agua caliente. Todos nuestros (presos) 'políticos' están en la prisión que tiene las peores condiciones", se quejó.
