Francia comenzó este martes una experimentación de la vacunación contra la gripe aviar que debe prolongarse durante seis meses y, en caso de dar resultados, abrirá consultas con el resto de países de la Unión Europea para poder utilizarla de cara a futuras oleadas epidémicas.
El Ministerio francés de Agricultura explicó que estos ensayos se van a realizar en dos granjas de palmípedos con dos vacunas diferentes para evaluar si eso permite proteger a los animales y limitar la difusión del virus.
El ensayo, que cuenta con un presupuesto de 2,3 millones de euros, debería extenderse más adelante a una decena de granjas, precisaron fuentes del Ministerio. Si las conclusiones fueran favorables, el recurso a la vacunación no sería posible por lo menos hasta 2023, puntualizaron.
Antes de eso, habría que consensuar su utilización dentro de la UE, ya que por el momento la vacunación formalmente impide la exportación de los animales inmunizados ante el riesgo de que sean portadores y transmisores de la enfermedad.
Además, entonces se plantearía la necesidad de que el bloque comunitario abriera negociaciones con terceros países con los que tiene intercambios importantes de aves o de productos avícolas.
Este ensayo se puso en marcha el mismo día en que el departamento francés de Agricultura anunció que, gracias a una "evolución favorable" de la epidemia de gripe aviar que se vive desde noviembre, se levantan muchas de las restricciones que se han estado aplicando en los últimos meses.
De acuerdo con los últimos datos disponibles, en Francia se han detectado 1.374 focos de gripe aviar desde el comienzo de la epidemia en noviembre. Para intentar atajarla, han sido sacrificados 16 millones de animales.