El mandatario culpó de la crisis a "una globalización sin otra regla que la de garantizar la libertad de comercio".
Sin embargo, "el aislamiento no es una solución", apuntó.
El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, consideró este jueves que, ante la crisis de la zona euro, en su país ha vuelto el miedo a "perder el control de su destino", y consideró que la única manera hacerle frente a dicho temor es hablar a los franceses con la verdad.
"Decir la verdad es decir que esta situación insostenible se ha visto tan agravada por la crisis que es imposible que se mantenga", dijo el mandatario en un discurso en la localidad de Toulon.
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| El gobernante galo consideró que no debe haner "diferencias entre la política nacional y la europea". (Foto: EFE) |
El mandatario conservador afirmó que la causa de esta crisis se remonta a finales de los setenta, "con la instauración de una globalización sin otra regla que la de garantizar la libertad de comercio", y subrayó la voluntad del país de volver a tomar las riendas de "su destino".
En un auditorio de 5.000 personas, Sarkozy recordó que Francia registra deudas desde dicha década, pero subrayó que "la crisis no debe hacernos bajar los brazos", sino invitar a "movilizar todas las buenas voluntades" y aportar soluciones al respecto.
"Es el momento de trabajar, invertir y emprender", indicó en su intervención, en la que adelantó una "revolución a largo plazo", en la que recalcó que el camino del crecimiento no puede alcanzarse "solo", porque "no hay diferencias entre la política nacional y la europea".
"El aislamiento no es una solución", subrayó en este sentido, diciendo que no hay "opción entre la apertura y el cierre, porque el cierre sería mortal" para la economía, el empleo y el modo de vida de Francia y conllevaría un "declive económico, intelectual y moral".
