A las 09:00 hora local (04:00 hora de Chile) comenzó la operación para enderezar el crucero Costa Concordia, que hace 21 meses naufragó causando la muerte de 32 personas y quedó encallado frente a las costas de la isla del Giglio, en el centro de Italia.
El llamado parbuckling, término técnico con el que se conoce la operación con la que se procederá a la rotación de 65 grados para que el barco vuelva a estar en posición vertical, comenzó con un retraso de tres horas debido a un fuerte temporal que se produjo durante la noche.
Esta primera fase prevé que una especie de "gatos" tensen por una parte los cables de acero unidos a la parte superior de los cajones y de las plataformas instalados, mientras que otros cables, conectados a las 13 torretas construidas a estribor, se utilizarán para dar equilibro al barco.
Cuando el crucero se encuentre ya en posición vertical, tras unas doce horas de operativo, se pasará a la fase siguiente con la instalación de 15 nuevos flotadores-estabilizadores, iguales a los ya instalados en la parte izquierda del casco.
Estos flotadores-estabilizadores, gracias a un sistema neumático, vaciarán el agua de forma gradual de su interior, lo que dará el empuje suficiente para reflotar el barco.
La expectación por la operación ha convocado a más de 500 periodistas procedentes de todo el mundo, para seguir en directo cómo la mole de 44 mil 600 toneladas de peso, 290 metros de longitud y cerca 70 metros de altura volverá a ser reflotada.
La operación, realizada por la sociedad estadounidense Titan Salvage y la italiana Micoperi, ha costado 600 millones de euros a la naviera Costa Cruceros y cerca de 500 personas trabajarán para devolver al barco a la posición vertical.