El jefe de la estación de ferrocarril de Andria (sur de Italia) admitió que dio vía libre al convoy que el martes chocó con otro tren que partió de Corato, en un suceso que causó 23 muertos.
En declaraciones que publicó el diario La Repubblica, Vito Piccarreta afirmó que "es verdad que ese tren no tenía que partir. Y la señal la levanté yo, no sabía que desde Corato estuviese saliendo otro tren, por eso di vía libre".
La esposa del jefe de estación, Lia Piccarreta, asegura en el diario que ambos se sienten "víctimas" del suceso pero añadió que "solo un error no puede haber causado todo esto".
La compañía privada Ferrotramviaria, que gestiona el tramo de vía única donde ocurrió el accidente, anunció que ha suspendido al jefe de estación mientras por otro lado se ha abierto una investigación para depurar responsabilidades por el suceso.
La Fiscalía de Trani investiga las circunstancias del accidente, que ocurrió poco antes del mediodía del martes, cuando dos trenes chocaron frontalmente en una ligera curva cuando circulaban a unos cien kilómetros por hora.
Según medios locales, la investigación abierta también incluye la eventual responsabilidad de las instituciones que no habían comenzado los trabajos de desdoblamiento de la línea única que ya habían sido autorizados y que contaban incluso con financiación de fondos de la Unión Europea.
El ministro de Infraestructuras y Transportes, Graziano Delrio, informó ayer en el Parlamento de que actualmente son 2.700 los kilómetros de vía férrea única en todo el país del total de unos 3.000 de la red considerada como "secundaria".