El prefecto -gobernador civil de Brindisi, Mario Tafaro, está negociando con los dos supuestos secuestradores del avión turco obligado a aterrizar en un aeropuerto militar de esa sureña urbe italiana, según fuentes de la autoridad aeronáutica civil peninsular, ENAC.
Según citaron medio locales, los extremistas "tienen voluntad de rendirse" y pedir asilo.
De acuerdo a informaciones no confirmadas por la autoridad, los plagiadores de la aeronave de Turkish Airlines no tiene armas y estarían recluidos en la cabina del avión, desviado mientras se dirigía desde Tirana a Estambul.
El jet, con 113 personas a bordo, seis de ellas tripulantes, fue capturado con un paquete que simulaba ser una bomba, agregaron fuentes de seguridad, que explicaron que el motivo de la acción es rechazar la próxima visita del Papa Benedicto XVI a Turquía.
El director de la aerolínea, Candan Karlitekin, afirmó a la televisión de su país que el avión fue secuestrado a las 16:00 GMT (12:00 horas de Chile), en espacio aéreo griego.
El ejecutivo agregó que los secuestradores habían afirmado que se entregarían apenas el avión aterrizase.
Tras el secuestro, el Boeing 737-300 envió dos mensajes de socorro, tras lo cual al menos dos cazabombarderos forzaron el aterrizaje en la pista de Brindisi.
El secuestro del avión se produce antes de la vista del Papa a Turquía, prevista para el próximo 28 de noviembre y después de sus polémicas declaraciones del pasado 12 de septiembre sobre el Islam y el profeta Mahoma. (EFE)